Rey sombra

Rey sombra

domingo, 20 de mayo de 2007

El canto de la sirena.

Llevo días sin escribir, sin poder escribir. Hace una semana, no lo recuerdo mal, el canto de las sirenas me llevo hasta un abrazo en la campana, donde todo llegó a su fin, donde se encontró el principio. El resto de la semana se ha paseado frente a mis ojos y no me ha dejado ver nada más. La primera evaluación, la primera por decir algo, ha sido superada. Ahora sólo me queda seguir adelante. Sólo queda ya de Lilith su ojo, aquel que siempre mira, una vez al mes, el mundo en el que fuimos castigados. Yo mientras estoy bajo su antenta mirada, esperando a que vuelva, con otro rostro, otro cabello, otra mirada y yo, una vez más, me quede petrificado.

Ahora intuyo sonrisas a mi pasar, me recreo en las miradas, en los ojos negros, en los pardos, en los negros. No siento nada y lo siento todo, aunque casi esté convencido de que ambas cosas son algo diferente. La cotidaniedad me absorve y el mundo se va transformando, dejando colores amables a su alrdedor. Yo sigo paseando y el desliz cada día es más placentero, aunque durante estos días atrás no haya sido capaz de reconocer el movimiento.

Deslízate.

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