Vacío

(Durante estos dos últimos días)


No comprendo como me puedo sentir tan mal. No comprendo como puede doler algo que no es nada, que no tiene ninguna importancia. Llevo dos días sin oír tu voz y me encuentro perdido. Paseo sin ningún sentido. Mis pies me llevan a lugares y todos me parecen estar vacíos. No comprendo como, ni por qué necesito tanto oír tu voz. Saber que tras ese micro está tu aliento, golpeando a ritmo marcado contra el auricular. No me canso de pensar en ti, y eso es algo que no quiero que pase. Pero supongo que ya es demasiado tarde. No puedo evitarlo.

Imagino que estamos sentados en la terraza de una cafetería, hablando por hablar. El sol golpea nuestras caras. Tú, como siempre, te siente maravillosa, te muestras maravillosa, estás maravillosa. Me gusta verte así, destellando tu pelo, tus ojos y tu sonrisa. Fumo para marcar mis palabras, que aportan ideas estúpidas, que se las lleva la brisa entre las ramas de los árboles que antes no estaban. No puedo parar de sentirme bien, está fuera de mi alcance
.
.
.
Pero luego recuerdo que solo imaginaba, que llevo dos días sin oír tus palabras, que parece que nada y todo pasa.



Si te deslizas encontraras el texto en la pantalla... ¿qué es deslizarse?

Lleno

(Hoy)




La luz blanca de la mañana entraba suavemente por el cristal de la ventana, acariciaba la habitación haciendo que todo pareciese placentero y duradero. Al salir a la calle el azulado cielo azul me mostraba la plenitud del sol en sus rayos. Sin saber por qué caminaba tranquilo, sereno, incluso alegre. Son raros estos días en los que todo parece estar en su sitio. Y de repente una justificación.

Junto al mar sonaba una señal telefónica. Sus labios se movían suavemente, la comida recorría su cuerpo, dándole sentido a todo. Un cálido tono era emitido desde su garganta. Que bueno ha sido oír su voz. Ahora todo tiene, o parece tener, algo de sentido. El sol brilla por algo, el cielo es lo que es por algo, yo soy feliz porque he vuelto a escucharla. Sólo eso le ha dado sentido a las cosas, una explicación a lo que parecía no tenerla. Me he sentido bien y no me ha hecho falta deslizarme, simplemente oír. Dejar que todo mi cuerpo pudiese oírla. Fumar tranquilidad mientras sus palabras recorren todo mi cráneo, mi pecho y extremidades. Una vez más, sin estar has estado. Eso es algo que me gusta, que me aterra y me revoluciona. Una vez más... Gracias. Es una suerte poder oírte y verte y sentirte casi todos los días... y aún me sabe a poco.


Probare a ir despacio, deslizarse también puede ser peligroso.

día de delirio

Hoy al despertar brillaba el sol. La mañana no podía ser más cotidiana. Mientras, avanzaba el tiempo recordando sonrisas coloniales de áfrica, ¿cómo brillarán sus ojos allí? ¿cómo lo hará su pelo? Me contento con poder oir su voz, y me siento atormentado en ese momento...

Sin quererlo la tarde llegó, y yo me heché a andar. Sentir la ciudad en mis pies. Dejar que todo pase mientras nada ocurre. Pensar en lo que nunca pienso. Ver lo que nunca miro. Escuchar lo que nunca oigo. Ver la ciudad que nunca veo. Pero me faltaba una sonrisa, y la he encontrado. Corría delante de mí, en mi rostro, en mi memoria, en mis labios. Observar el arte la apaciguaba, le hacía sentir bien, y a mí con ella. Sin estar has estado... ¿por cuánto tiempo? Se dibujaba un cielo plateado de azules nórdicos. El río recogía el peso del sol en el horizonte. Luces por todos lados me hacían caer en la cuenta de que diciembre ha llegado... me ha cogido por sorpresa. ¿hacia dónde he estado mirando hasta ahora? El frío se iba haciendo cada vez más intenso, eso me gustaba, me hacía sentir más vivo. Ríos de peatones resvalan por las mismas calles que mis pies, que me conducen al calor del hogar, de esto que llamo hogar.

Ha caído la noche y no puedo parar de andar. Mis pies se sienten bien así, mi mente se despeja cada vez más. La música entra en mi cabeza tranquilizando a la materia gris. Las estrellas pueblan el cosmos y una nube se atreve a divagar por el cielo. Mientras, la luna, ilumina anaranjada todo lo que un día pudo ser y no quiso.

Observando a los que se deslizan, preguntándome si yo verdaderamente lo he hecho alguna vez.

Paseo

Esta sensación debe ser común. Seguro que lo ha sentido casi todo el mundo alguna vez en su vida, pero ahora me toca a mí. ¿Cuánto tiempo me he llevado mirando sus ojos? ¿Durante cuanto tiempo he podido ver esa mirada? No lo sé, sólo se que necesitaba pasear tras ello. Paseo tranquilo lleno de frío y humedad. Noche que caía en mis hombros dejando en ellos el peso de la nostalgia del otoño. ¿Habrá pensado alguien en mí? No lo sé...

.

.

.

sólo sé que he vuelto a deslizarme...

2

¿Estoy condenado a esta libertad?
¿Son mis cadenas este aire,
libre y fresco?
Mustia tarde rosada,
triste noche sin eco.
Solitaria madrugada de soles,
que me recuerdan
que dentro de poco estaré muerto.
Y veo angosta la realidad
y creo ver una salida.
¿Habrá alguien en la entrada,
alguna vida,
que olvidada en ternura,
me reciba?

1

Quiero sentir helado,
lleno de plata glacial,
mi corazón.
Tener piedras en la cariótida,
carrara que llene
de puro e inmaculado blanco,
mi corazón.
Unir sendos polos
en el ecuador.
Que desaparezca todo calor,
que no importe si sale el sol.
Quiero sentir helado...
...mi corazón.

volando

¿Ha pasado la semana?... Parece mentira, ya estamos a final de mes. Este año el otoño no se está haciendo notar, más bien parece invierno. No por su frío, o sí. Más bien por sus días soleados, sus noches luminosas. Además de la sensación que me recorre. Gélida. Aún así me siento deslizar por la realidad tranquilamente, deseando hablar con la luz, viendo el norte, saboreando los vientos. Las letras y las imágenes entran en mí llenando de tranquilidad todo lo que me rodea. El otoño está pasando tranquilamente por nuestros dominios y nada está pasando... habrá que seguir un día más.

Deslízate.

observación de unos días

Y nada se ha perdido, igual que nada se ha ganado, en estos días. La lluvia cae y purifica todo lo que la rodea. La atmósfera muestra más puro los colores del cielo, los árboles pueden mostrar más su clorofila, estallando en las flores olorosas. Llenando de huecos los vacíos en los parques de la ciudad. Los edificios se muestran decididos ante el sol, reciben todo su calor, secando su humedad. En estas circunstancias los transeúntes pasan alterados, movidos por extraños movimientos, que los hacen divagar por las calles céntricas. Las nubes tiñen de color plata el azulado cielo azul. Llegado el atardecer dorados y rosas se perfilan en el horizonte, aquel que miro cada día con más rabia, como si me molestase su belleza. Tras ellos me dedico a odiar a las estrellas, que entre la creciente humedad del aire, se muestran brillantes y cercanas, hermosas. Pasan los días y sigo mirando las cosas desde miles de perspectivas y lo único que veo es esto... belleza que no llego a alcanzar. Placer que se niega. Sabiduría que se nos oculta. Desliz que no llega...


Quiero deslizarme.

Retomando

¿Me habrá echado alguien en falta? No lo sé. Llevo varias semanas sin escribir aquí, me he abandonado. He dejado que los días se llenen de atardeceres, de paseos, de momentos que sólo se puede vivir con la tranquilidad que no serán más que recuerdos acumulados en nuestra memoria. Que no trascenderá al papel, la pantalla. No me olvido de todo lo que tengo por hacer, que es mucho, o poco, según quien mire. Debo preocuparme más de ello. Hace ya más de un año que escribo aquí y tengo la extraña sensación de que ha pasado un solo segundo. No recuerdo apenas nada de lo que escribí hace un año, recuerdo que me gustaba. ¿Me gusta esto ahora? No lo sé. Escribo más que antes, eso si es cierto. También es cierto que dedico menos tiempo a escribir aquí, que creo que era donde debería hacerlo. Uno de estos días va a ser el mejor para que lo retome...

¿Seré capaz de volver a deslizarme por aquí?

Uno de esos días.

Hoy sin quererlo me he despertado así. Sin necesitarlo el otoño ha llegado. Octubre es un mes tranquilo. Hoy tu recuerdo me ha cogido de sorpresa. La necesidad de hablar contigo es grande... ¿qué me has hecho? Cada segundo que pasa estoy recordando tu mirada, tu sonrisa, tu rostro, tu mueca, tú... Muero por visitar la luz, por saber que hay dentro de ella. ¿Seré yo? Lo dudo mucho, es una lástima, me hubiese encantado estar ahí dentro. Contigo. Sintiendo tu calor, tu frío.

Me encanta deslizarme cuando lo hago pensando en ti.

Tantas cosas

Hace un año de demasiadas cosas. Dentro de poco hará un año que escribo esto, es el pretexto por el que lo empecé, buscaba que pasase el tiempo. De repente los recuerdos se han ido para que pueda llegar el aniversario. Es curioso pero cuando celebramos que hace tanto tiempo de algo, ese algo suele haber desaparecido por completo, eso me da miedo. Nada en esta vida perdura, sólo la vida. Y es algo que nosotros no tendremos en cuenta, que no disfrutaremos, la razón nos lo impide. Nuestra razón nos ha empujado a la desilusión, a la no vida. Vivimos preocupados de ser moralmente correctos, de ser lo que se espera de nosotros... La moral es algo impuesto por miedos, por nuestros más infames temores. De esta manera, negando los temores, también negamos las "alegrías" todo aquello que nos gusta. La vida está fundamentada mediante la teoría de contrarios, si existe la justicia es por la injusticia. Si existe el amor, es por el desamor. Si existe la codicia, es porque alguien no desea nada. Si existo yo... ¿por qué? ¿qué o quién me da sentido? ¿Tengo un antónimo, un contrario, una negación? Seguramente esto no tenga salida y sea solo un pensamiento más que me aparta de mi propia vida, de mi sentido, de mi yo.

Nada de esto tiene sentido... o quizás sí, eso no lo tengo que juzgar yo. Ahora ando perdido en el desliz, busco momentos que creía haber perdido, y ahora me siento capaz de encontrar. Será esta una buena señal... No lo se.

Deslízate.


(y al llegar allí las nubes no nos dejaban ver el cielo)

uno nada más

Va a hacer un año que comencé a escribir esto. Ahora mismo no tengo ganas de hacer ejercicio de memoria. No me apetece recordar nada. Mi cuerpo se encuentra en estado resacoso, no le interesa lo demás. Debo dejar de escribir, debo continuar... no voy a pensarlo ahora. Ahora lo mejor será dejarse deslizar un segundo, uno nada más.

En los pirineos.

Por fin está llegando la esperada humedad. Lo siento en mi cuerpo, en mis huesos, en el ambiente. Se que tarde o temprano volverá el pesado calor, pero ahora estoy bien. No obstante estoy llegando al final, y como es lógico me encuentro cansado... pero con fuerzas. Estoy cansado ya de los recuerdos, quizás sea uno de los lastres que primero suelte, eso aún no lo sé. Estoy cansado de culparme. Cansado de buscar e intentar cosas que sé que son imposibles, o casi. Y para conseguir ese casi requieren demasiada atención. Demasiada dedicación. Deseo que pase el tiempo, pero cada día aparece una fecha nueva, no me puedo decidir. Pero eso verdaderamente no me preocupa. Quiero dejar todo aparcado hasta que acabe esta nueva prueba, porque esta también tengo que superarla o por lo menos demostrar que me he estado preparando para ello y que siempre hay una nueva oportunidad... o casi siempre.

Las primeras semanas de septiembre han pasado volando, han quedado atrás días de risas, fatigas, somnolencia, letargo... ¿qué vendrá ahora? Eso ya lo veremos. Mientras... me sigo deslizando.

Fuerzas reales.

Sigo sin tener fuerzas para escribir, la realidad y las circunstancias me limitan, me agotan, dejándome sin fuerzas para nada más que respirar y seguir adelante con lo primordial.

0

Tengo algo para escribir, pero no lo haré ahora... quizás esta noche. Quizás...

Pasando

Agosto está pasando y son mínimas las ganas de escribir. Algunos días tengo magníficas ideas, pero no pasan de ahí. Me encuentro sumergido en los diez últimos días de este mes tan largo. Parece mentira que ya está acabando esta estación que tanto he podido odiar en algunos momento. Descubro nuevos sonidos, nuevos grupos llegan a mí. Con ellos nuevas reflexiones que se olvidan. Los recuerdos son feroces, devoran todo el tiempo que queda libre ante mí. Aún así siguen pasando los días y cada vez estoy más cerca de mi objetivo.

Sigo deslizándome.

Jara.

Agosto está pasando rápido, pese a lo que creía. Los días pasan uno tras otro, ocupados en los estudios de la belleza, del trabajo sin sentido. Se disfrutan las noches, como es habitual.No obstante se busca un pequeño cambio, es por eso por lo que se trabaja. Los buenos recuerdos también hace presencia en estas noches en las que el bienestar está tan presente. Escuchar canciones, recordar abrazos en pasillos que escondían, que esconden mil secretos. Frías mañanas de octubre en las que despertaba también entre sus brazos. Mil risas y silencios en bancos perdidos. Recuerdo que en ese tiempo la palabra sol me hacía sentir bien. Me sentía pequeño mirando esos ojos enormes. Sonreía ante las miradas furtivas hacia todos lados, descubriendo y disfrutando de todo aquello cuanto miraba. Me enternecía en algunas ocasiones, otras me sacaba de quicio, acabando en una carcajada. Alguna vez me sentí bloqueado, furioso por esa situación que no comprendía... ahora sé que no la comprendía porque era algo fantástico y uno no se acostumbra a ser feliz. Tocar sus manos, me gustaban, pequeñas, rápidas. Jugar con su pelo me entretenía. Todo parecía no pasar, pero siempre estaba pasando algo, son momentos que no olvidaré nunca. Gracias.

No sé si leerás esto, pero como ya te dije "no te va a resultar fácil deshacerte de mí"

Deslízate.

Nota recordatoria.

Cómo pasa el tiempo. Hace un año disfrutaba de temperaturas agradables, saboreaba la humedad del ambiente. Me sentía cómodo. Había finalizado, o casi, una de las etapas de mi vida. Es curioso.

Historias...

"Sabes... ayer tenía ganas de contarte una historia." Lo dijo sin mirar a nada. "¿Sobre qué?" "No sé era una historia, seguramente sería inventada" Aquello me pareció una de las cosas más casuales que me habían dicho en mi vida. Estaba acostumbrado a tratar con la casualidad, pero aquello me desconcertó un poco. Estaba hablando con ella. Aunque también hay que decir que tenía un aspecto familiar... una chica, amable, simpática, quizás rubia... sí, digo quizás porque esto es mí historia, y me puedo inventar los detalles cuando quiera. "Pues la verdad es que era buen día para hacer historias aquí disfrutando de la tarde. ¿Recuerdas el día que hacía?" En ese momento me miró, pude ver sus ojos, y también sentir cómo se me clavaban en los míos, que se vieron obligados a permanecer allí, y el silencio fue eterno, haciéndome parecer estúpido. De repente... "Del oeste venía una suave brisa que, a veces, tomaba cierta velocidad. Tú llevabas el pelo recogido, sólo una pinza lo sujetaba a tu nuca. Sonreías, aunque parecías distraída. A veces, cuando el viento apretaba tus ojos se cerraban durante más tiempo, disfrutando ese momento. Entonces yo, mientras te miraba, levantaba la mirada y observaba todo lo que había alrededor... En ese momento observaba como una nube se acercaba, pausada, como un elefante moribundo. A pesar de su mal aspecto era la única que poblaba el cielo. Estábamos más o menos aquí, tumbados sobre la hierva. Yo fumaba de vez en cuando, tú más de vez que en cuando. Un poco de agua no nos hubiese ido nada mal. Aunque no lo sepas saqué algunas fotos... había que recordarlo. Aunque a veces pienso que los recuerdos hay que almacenarlos naturalmente... Pero ya sabes como somos los hombres, estamos forzando nuestra condición siempre, nos justificamos así." Sólo pudo mirarme atónita, y eso me encantaba. Se echó sobre mí y me besó...

Tras el beso quedamos mirándonos sobre la hierva un segundo, o por lo menos eso me pareció a mí. El verano ese año no estaba siendo nada caluroso, yo disfrutaba de los días, algo raro en mí en estas fechas. "Sabes" Clavó sus ojos verdáceos en los míos, sabe que hace que me quede petrificado... mirándola. "yo verdaderamente tenía agua, pero la tenía en el bolso, bajo mi cabeza, y no te la quería dar... No lo tomes a mal, simplemente es una jugarreta" Me puse sobre ella desafiante "Malvada" La besé... es bonito recordar todo. El ambiente era ideal, no hacía nada de calor para ser agosto. Septiembre saludaba desde cerca, y eso siempre era algo que me gustaba, siempre he tenido buenos recuerdos de este mes.

El resto de la tarde transcurrió tranquila... sin recuerdos... pero, ¿verdaderamente esto que he escrito es un recuerdo, o simplemente una historia? Quizás sean las ganas...

Deslízate.

¡¿Vamos?!

La tarde hoy es fresca. Se deja estar. Por una vez el tiempo ha dado tregua, ha cesado la calor y mi cuerpo se encuentra más cómodo. Es el momento de empezar a desarrollar la actividad, aquella que entra dentro de mis planes. Esos que llevo tanto tiempo queriendo hacer, y que siempre parecen más distantes. Nubes recorren el cielo dándole más frescor a la tarde, ocultando los rayos de un sol asfixiante. Debo empezar a realizar mi movimiento...

Me debo deslizar.

De vuelta

Y al volver, ver el mismo lugar, que nada ha cambiado. Quizás yo lo haya hecho, pero nunca me doy cuenta de esto. Mil imágenes pueblan mi mente, se buscan sonidos, frases que recordar. La bajada parece más dura que la subida, ahora el terreno es conocido, y se presenta aterrador ante nuestros ojos... aún así seguirá pasando el tiempo.

Y aunque parezca mentira me deslizo.

Paseo

Tres chicas pasean despreocupadas bajo el sol. Es una mañana agradable. El sol está ya en lo más alto del cielo, pero no aprieta. Deja caer sus rayos sobre la gente, que los reciben gratamente. Todo esto unido a una suave brisa que refresca todo el ambiente. Un pájaro canta en una casa cercana... que tranquilidad siento. Miro a mi alrededor y veo que no tengo que hacer nada, solo dejar que pase este momento, disfrutarlo. Algunos coches pasan lentos por la calle delantera. De ellos salen distintos sonidos, canciones, palabras, gafas de sol, brazos... Algunos niños corretean por la acera dirección al parque de la calle posterior. Bicicletas pasan a toda velocidad con niños despreocupados en ellas. Una suave sintonía pop llena el ambiente en los huecos que da la realidad. El grupo de las tres chicas aún no se ha acercado, su andar es tan pausado, que parece que aún están en el mismo sitio de antes.

Las nuevas construcciones que se levantan frente a la casa están llenas de vidas, muchas aún por terminar. Antes eso era campo, ahora es un bosque de antenas. Sigo paseando la mirada cansadamente por el paisaje, fumo un poco de tranquilidad y me dejo llevar nuevamente por la música. Pienso en leer un poco, pero todo lo que veo me entretiene y me tranquiliza. La mañana es agradable, todo parece en armonía. Sucede cuando tiene que suceder. Algunas golondrinas planean a ras de suelo, se elevan ante la proximidad de los coches. Los gorriones saltan entre los terrenos de los solares que aún están por edificar. Nada puede estar mejor, todo en su sitio. El grupo de chicas a avanzado. Ahora las puedo distinguir, una de ellas lleva el pelo recogido, color fuego, camina despreocupada, fuera de la tranquila conversación que mantienen sus compañeras. Estas dos, con el pelo suelto, hablan tranquilamente, divertidas, son morenas, como lágrimas de oscuridad. No me canso de mirarlas, siguen avanzando... y van a cualquier otra parte de allí. Casi puedo salir a su encuentro, no pienso hacerlo, pero casi puedo hacerlo. De repente pasan delante de mí. Las miro, la chica ensimismada sonríe al sol, mira las cosas con tranquilidad. Las otras dos han dejado la conversación para luego y ahora acompañan en silencio a la otra muchacha. Y de repente desaparecen... todo se queda vacío, sin sentido. Quizás vaya a leer algo.

Sigo deslizándome.

Calor--Frío

Días tirado en la sombra, sin hacer nada, arrepintiéndome de todo. Busco salidas a mi alrededor y sólo veo fracasos, estos no son tal, pero los siento como si lo fueran. Veo curvas lentas, que no llevan a ninguna parte. Estoy cansado del verano, cansado de la espera que supone esta estación, la eterna espera. Cuantos años llevo esperando que llegue septiembre, cuantas veces en mi vida he deseado que llegase ese mes...

Lo debo olvidar. Debo fijar mi mirada en otro mes, debo dejar que todo pase. Pero eso no es lo correcto, si verdaderamente deseamos las cosas debemos actuar para que pasen. Nuestra aptitud debe ser la idónea para que se den esas circunstancias.

Esta calor me va a matar, aunque ya apenas la siento, sólo algunas veces, para sentirme castigado. Dejo que entre en mi cuerpo haciéndome querer más que nada en este mundo salir de él. Momentos después olvido el calor, me recojo en el frío imaginario, ese que puebla mi mente. Me dejo congelar, hasta que mis labios se vuelven morados, hasta que mis pulmones se petrifican. En este estado escucho sintonías francesas, flotan en el aire como suaves brisas de primavera... destruyen como tormentas de verano.

Me arrojo en el sofá a pasar el tiempo, intentar leer algo y aún sigo sintiendo el frío, lo prefiero al calor... o eso he creído siempre.

Sigo deslizándome.

imaginación para predecir

Días perdidos, cansados, sin razón de ser. Pasan delante mía, lentos, pesados. La llegada de la noche supone un alivio, no obstante los días son largos. Dan mucho que pensar. Los recuerdos me invaden haciendo de esos días largos, días infinitos. Me pierdo en la calidez de antiguas conversaciones telefónicas, las añoro, las intento olvidar y vuelvo a recordarlas. Necesito tener la mente ocupada, pero el calor hace que los movimientos sean los mínimos. No busco lo que debería buscar, encuentro cosas que aparecen al azar en el camino, no han sido buscadas. Unos momentos antes de hacer una última evaluación leí en una tira de los astros, de un periódico cualquiera, esto "el que guarda halla" ¿Qué debo guardar? Llevo preguntándome desde aquel día. Aún no lo sé, son tantas las cosas que necesito, tantas las que desecho. No debo frustrarme con este tema, no me debo obsesionar. El que escribió eso cobraba por ello, era un esclavo de un sueldo. Así no es fácil de creer, más bien debe ser alagada la imaginación que la predicción.


Los días pasan largos, cansados, lentos. Yo mientras me deslizo entre ellos deseando que llegue el otoño... parece mentira.


Sigo deslizándome.

24 h.

Me despierto tarde... miro el reloj y la una se asoma lentamente en las agujas. El vino que anoche parecía el néctar más jugoso, ahora se convierte en pastosidad y sed. Me levanto lentamente. La habitación oscurecida por unas cortinas que caen con suavidad en la ventana. Mi cuerpo perdido por la realidad avanza sin rumbo marcado hasta el baño. Tras realizar las breves tareas de higiene desciendo al verdadero mundo, a ese al que todos tememos enfrentarnos.
Una vez en ella descubro que no era tan tarde como pensaba, que no era tan terrible como creía. Me detengo frente a todo el mundo y comienzo a escuchar canciones. Estas quedan lejos de mí, como el medio día, al que aún le quedan un par de horas para llegar. En este momento disfruto de unos de los momentos más placenteros de la mañana, de esta mañana que se me ha planteado tímida, ruborizada ante los nuevos momentos por acontecer.

La tarde se presenta cansada, plomiza, muy calurosa. Las compañía es escasa, y la verdad, no muy deseada. Es en estos momentos, en los que sabes que verdaderamente estás solo, cuando disfrutas la soledad. Como es evidente no es un sentimiento muy cálido, pero si puede ser agradable. Escucho músicas que llevan a mi mente nuevos mundos, que aparecen y desaparecen en un instante. Está claro que esto es fruto del humo producido por toda la divagación matutina. Me siento tranquilo de estar así, pero atento a todo lo que me rodea... de repente algo sucede.

He dejado de escribir corriendo. Ocultarme detrás de las letras no ha servido de nada. Me he vuelto un ser confuso y sonriente. Me ha alegrado tanto pasar estos segundos así, sorprendido. En ese momento la tarde comenzaba a pasar, se perfilan nuevos rostros delante de mí. Recuerdo antiguas situaciones que no tienen nada que ver con la que está sucediendo ahora. Y esto es algo que es posible que no vuelva.

Como dije no volvió. La verdad es que no fue necesario que lo hiciese. Entre humo y tranquilidad ha pasado una tarde fantástica. Y la noche se plantea aún más cómoda y distinguida...

Distinguida si fue, hasta la policía nos agració con su presencia. Por esta razón no se pudo disfrutar la noche de luna menguante en la Alameda. Nos fuimos a refugiar a un bar, donde todo el mundo buscaba asilo. Era curioso ver como a casi todo el mundo le cierra la mente los bares... se sienten más vigilados, más controlados. Todo esto desembocó en mil conversaciones etíilicas, que finalizaron cuando a las 07:07 del 07-07-07 aires gauchos trajeron conversaciones olvidadas, pero ya desarrolladas en tardes pasadas.

Por fin he llegado a casa. Entro silencioso para no hacer mucho ruido... Es evidente. Aún así logro despertar a mi hermano. Es buena señal. Charlamos durante unos instantes. Asiento los recuerdos adecuados. Y tras esto vuelvo a mirar el reloj... Esta vez veo correctamente la hora. Las once de la mañana llevo veinticuatro horas despierto, con ganas de ver la realidad.

Me sigo deslizando.

Deseoso septiembre.

Aunque parezca mentira ya he llegado el mes de julio... cómo pasa el tiempo. Parece ayer cuando aún era primavera, cuando aún ere invierno. Ahora llega el momento de esperar a los buenos momentos, pasar toda la calor del universo y rezar para que septiembre llegue lo antes posible.

Deslízate.

Clausura.

En la clausura todo parece aterrador. Siempre nos miramos fijamente al espejo para recordarnos todo aquello que estamos esperando, que es tan pesado esperar. Deseamos que pase el tiempo velozmente, y verdaderamente lo hace, pero para nosotros cada segundo es tan inagotable como un año en enero. Pasa toda la realidad ante nosotros y seguimos preocupados de que esta no está hecha para disfrutarla, sólo para sufrirla. Nos detenemos frente a frente de esta y la miramos como si eso no fuese con nosotros... pero no va con nadie más. Hoy me quedo a mí a mi pesar, he decidido frenar el desliz para poder mantenerlo en un futuro... o eso espero.

Verano

Hoy, con la luna ensangrentada en cuarto menguante sobre occidente, ha comenzado el largo y pesado verano.

Deslízate.

Sueño de sueños que soñaban

En una ocasión logré escuchar un sueño. Parecía el tópico sueño, la tópica historia, pero no obstante me sedujo hasta lo innombrable. En el sueño, unos ojos gris otoñal miraban fijamente, perdidos en el cerebro de alguien. Esa mirada se convertía en rayo de viento, aquel que corta tu pelo las mañanas de enero. De repente, toda la oscuridad desaparecía y dentro del sueño amanecía, amanecía una mañana de otoño, lluviosa, pero el suelo estaba seco. La postal, todo hay que decirlo era preciosa. Ante tanta belleza solo queríamos dormir, mirando através de los cristales la blancura que por ellos entraban. Todo parecía ser de color plata, tú en un lado de la cama, yo separado de tí, observando como observas. Deteniendome en el transcurso de tu mirada, perdida en la nada. Todo me hacía sentirme lejos de tí... todo menos tú que nunca desaparecías. En el sueño, todo parecía apuntar que fuese un sueño, la luz no era real, tú tampoco, y yo lo sentía. No obstante decidí seguir así, dormido en mi sueño. Disfrutando de toda la claridad de la luz, de las nubes plata recorriendo el cielo como manadas de elefantes, lentos, pesados, plomizos, que se dirigen al sur. Veo tu cara dormir, llena de vida, pero ausente, distante... yo sigo disfrutando de tu rostro, almacenando en mi retina cada poro de tu piel, para así poder volver a verte, para así no despertar y seguir soñando en el sueño.
Pero como en todo llega el día... habrá que deslizarse.

mañana

Hoy a amanecido lloviendo. La humedad ha entrado en mi cuerpo haciendo que se sienta mejor. Cada vez que el tiempo acompaña mi alma se humedifica y deja que todo pueda suceder.... quizás sea hoy.

Ganas.

Ojalá...

Tras la resaca.

El cuerpo resentido tras el largo fin de semana. Ha sido útil... quizás. He reencontrado cosas que ya creía perdidas. Viejas compañeras. Se han reafirmado nuevas amistades, dispuestas a traer nuevas sensaciones. He vuelto a mirar las cosas con tranquilidad y hacerlas con prisa, cosa que no es muy buena, pero sí gratificante.

He aprendido por fin a deslizarme.

Letargo

Pasan las horas y el sueño se hace presa de mí... me siento levitar en una cálida nube, que me deja donde quiero estar y me hace ver las cosas que quiero ver. Luego vuelvo a despertar.

Deslízate.

Una zotea.

Es curioso como todo el mundo intenta demostrar lo felices que son. Esto se me presenta como algo normal, puesto al decirlo somos nosotros mismos los primeros que estamos siendos convencidos. Bajo la pesadez de la tarde de lo que será un pesado verano, aunque aún estemos en primavera, he observado todo lo que me espera en mi tiempo, mi vida. Es algo fuera de sentido puesto ciño esa vida a dos meses de esta. Las noches en la azotea me tranquilizan. Son apacibles las conversaciones mantenidas allí, aunque no haya nadie. Es bonito ver como nada, todo, tiene valor allí. Es mi forma de mostrarme feliz a los demás, mostrando el sitio donde soy feliz. Sitios hay millones, pero el nuestro está en algún lugar. Yo en mi pequeño espacio me muevo fuera del ambiente que me rodea, mi "sitio" está delimitado, pero es enorme y escapa a mis fantasias. Desde el puedo ver el mundo entero, y no mirar a nadie al mismo tiempo. Perfilo teorías que solucionan el mundo y después me pierdo con mil tonterías, haciéndolas desaparecer.

No obstante me sigue sorprendiendo la necesidad que tenemos todos de ser admirados por lo "bien" que nos van las cosas. Necesitamos compartir toda esa felicidad, pues esta es algo que al igual que la energía se trasmite y nunca muere. La felicidad se puede trasportar de un sitio a otro gracias a las personas. Y estas la muestran orgullosos pero no saben que al mostrarla esta se está contagiando, de alguna manera, en las personas que la admiran atónitos, indiferentes o de reojo.

En fin, a ser felices.

Cambio de planes

La luna pasea tranquila por la tierra, fugaz por el cosmos, en ésta su última visita a la primavera. En su próxima visita ya el sol tostará los campos y hará caer lagrimas de las frentes de los hombres. Hoy mientras tanto la estación muestra su cara amable. La noche es pincelada con nubes altas insignficantes que con la luna llena otorgan a la noche una calidez especial. Las estructuras invaden mi cerebro, catedrales, miradas antinaturles que salen de lo real; chocando como un tren contra lo irreal. Nombre e imágenes corren por mi mente despejando todo lo acumulado en ella, lo cotidiano. Ha vuelto los recuerdos olvidados, aquellos que hacen que quieras seguir haciendo otra cosa. He deshecho y hecho planes, un cambio... Lo mejor es ir por partes y como siempre salir por la puerta grande, la salida de emergencia siempre lleva a un callejón sucio, humeante y poco iluminado, dónde puede haber más gente que tú preguntándose que hace allí, y ante la desesperación por encontrar una respuesta muchos hombres han perecido. Es evidente que las decisiones las tomamos con respecto a los pro y los contra que tengan, de esa manera creemos ser justos, "hacer lo correcto" que dirían los moralistas, pero verdaderamente es hacer lo que a nosotros nos parezca más justo con respecto a nosotros mismos. Debemos saber esperar el momento que llega siempre justo cuando tiene que llegar, lo que hay que hacer es preparse para ese momento, pues cualquiera puede ser bueno. Esto suena prefetico, pero no son más que palabras que intentan ceñirse a la realidad de las circustancias, aquellas que me llevan a hacerme mostrar desde hace meses. Lo real quizás, mejor que la realidad, pues esta es una y lo que nosotro percibimos dista mucho de esta. Por lo tanto disfrutemos el momento, saquemos el máximo partido de todo aquello que hagamos, en todos los sentidos... pues el tiempo pasa y las cosas llegas, siempre y cuando estés dispuesto a aceptarlas.

Deslízate.

Para A. G. M. Montes

Rutinario quizás.

Bonita noche de mayo, la luna, en cuarto menguante, pasea tranqulia tras una semana de cielos encapotados, mostrando colores plomizos. La temperatura es agradable, se deja estar. Odio tener esta sensación en el cuerpo, tener un pueblo en la cabeza. Lo detesto. Me intento olvidar siempre que puedo, intento deshacerme de él en mi imaginación. Pero sigue estando ahí, y casi me he acostumbrado ya a esta sensación. Últimamente no pienso en nada, no me dejo llevar, o lo hago muy facilmente. Detesto algunas cosas y aprecio otras, es ley de vida.

Deslízate.

Valiente

"¿Y por qué iba a querer saber algo de tí?" esto duele


Si encuentras el mensaje oculto entenderás donde está la valentía.... mientras, deslízate.

Humedad.

¡Qué bien me sienta el ambiente húmedo que queda tras la lluvia! Ha llovido y se ha llevado todo el aire plomizo que pesaba sobre la atmósfera, sobre mi cabeza. Se ha despejado la situación, y mis pulmones lo han notado. Por el resto las técnicas han sobrepasado a las teorías.

El canto de la sirena.

Llevo días sin escribir, sin poder escribir. Hace una semana, no lo recuerdo mal, el canto de las sirenas me llevo hasta un abrazo en la campana, donde todo llegó a su fin, donde se encontró el principio. El resto de la semana se ha paseado frente a mis ojos y no me ha dejado ver nada más. La primera evaluación, la primera por decir algo, ha sido superada. Ahora sólo me queda seguir adelante. Sólo queda ya de Lilith su ojo, aquel que siempre mira, una vez al mes, el mundo en el que fuimos castigados. Yo mientras estoy bajo su antenta mirada, esperando a que vuelva, con otro rostro, otro cabello, otra mirada y yo, una vez más, me quede petrificado.

Ahora intuyo sonrisas a mi pasar, me recreo en las miradas, en los ojos negros, en los pardos, en los negros. No siento nada y lo siento todo, aunque casi esté convencido de que ambas cosas son algo diferente. La cotidaniedad me absorve y el mundo se va transformando, dejando colores amables a su alrdedor. Yo sigo paseando y el desliz cada día es más placentero, aunque durante estos días atrás no haya sido capaz de reconocer el movimiento.

Deslízate.

Hoy

Hoy es el día en el que todo se ha desmoronado, en el que parece que repelo a la gente...

El deslíz.

La noche es onírica, se deja caer lentamente sobre mis hombros como si fuese miel. Siento el leve frescor, mis poros se abren ante una suave brisa. Hoy he vuelto a mirar el cielo, tal y como lo hice hace meses, pero esta vez solo. Los recuerdos se han lanzado sobre mí, pero lo que veía ha ganado y mis demonios se han ido. He saboreado el humo de la tranquilidad, dejado que recorra mi boca su sabor. Es en estos momentos en los que todo y nada te importa en los momentos en los que empezamos a deslizarnos. El deslíz no es un acto en sí, es una actitud. Somos nosotros quienes nos debemos sentir deslizar. Cuando el viento sopla a favor es más fácil sentir el deslíz, somos más propicios a ello. En cambio, si somos nosotros quienes nos olvidamos de que lo importante es aprender y saborear cada momento, pues todo lo que nos ocurra será aquello que nos merezcamos y de esta forma debemos actuar de frente a las cosas. El deslíz es el movimiento perfecto. El rozamiento es menor por lo tanto puede desplazarse sobre la superficie sin fuerza alguna. Esta imagen es perfecta para entender que sea cual sea el terreno debemos intentar deslizarnos sobre él, asumiendo las circunstancias y buscando y diferenciando lo positivo de lo negativo, intentando evitar esto último para no caer en el error de condenar el deslíz, creer que todo es una mierda y hundirnos en nuestros pensamientos. El orden del cosmos me ha ayudado a ver que no somos nada y como nada debemos actuar. Somos un pequeño ser que tiene frente a sus narices todo el universo, que no empieza más que en uno mismo, y aún así somos algo insignificante. Esto me tranquiliza por que llego a la conclusión de que las cosas tienen un por qué y es el que yo le quiera dar.

Esta noche tras una leve reducción de la velocidad del deslíz, que ha provocado en mí aburrimiento, y pesadez, el movimiento a vuelto a ser constante, a estar acorde con el mundo.

Hoy vuelvo a deslizarme

Poema

Sólo un viejo recuerdo
...
Sólo un reflejo
...
Sólo un viejo recuerdo
...
Sólo un reflejo
...

Tan solo un momento
...
Tan solo,
ante el espejo.

noche

La noche se saborea primaveral. El atardecer ha traido a mi mente recuerdos de tardes lejanas, y me he sentido bien. Los violetas, rosas, plateados, azules y negros se mezclaban en el horizonte, dejando que todo el mundo se detuviera ante ellos y los pudiese contemplar. El día ha pasado con la congestión citada, sigo con ella, sigo absorvido en esta sensación. Me detengo, recuerdo sus ojos, sus palabras, la recuerdo, me recuerdo a mí, me recuerdo. Estoy tranquilo siento como me deslizo por la situación y cómo nada debe preocuparme. La noche es tranquila y desconcertante, trae buenos recuerdos y ganas de crear nuevas situaciones, nuevos deslices.

Congestión

Tarde congestionada. Llevo dos días sin poder respirar, todo mi rostro está hinchado y nada huele a realidad... el último olor, el suyo. Voy a seguir pasando la tarde a ver si encuentro un medio de comunicación.

Uno entre iguales.

Es raro ver como las cosas pasan sin nada más que aportar que su simple presencia. Nosotros nos empeñamos en conocernos plenamente, nos sentimos al mismo tiempo únicos, pero sabemos que no somos más que una masa inerte, una sociedad, una cultura. Todos tenemos la sensación de ser únicos, y algunos increiblemente desarrolladas. Es bueno ser uno entre todos los demás. Hoy me he sentido uno entre todos los demás, he hecho lo que alguien quería que hiciese. Qué más da si no sé quién es ese "alguien", Yo lo he hecho y me he sentido bien. Quizás ese alguien no fuese más que yo, que dentro de la igualdad me sentía único, diferente. Los griegos antiguos tenían ese concepto inculcado en su vida, todos eran uno, pero ese uno se diferenciaba de unos a otro. No eran lo mismo que un soldado matara a que lo hiciese un campesino, pero todos formaban una idea de ellos mismos. Todos se consideraban iguales, todos menos aquellos que los gobernaban, que los defendían o que siemplemente les alimentaban... los esclavos quedaban excluidos drásticamente. Por lo tanto, la igualdad de estos residia en sus diferencias. Todos somos especiales, deseamos serlo y eso nos hace serlo. Buscamos caminos diferentes a los que nuestros padres nos marcan a los que nos inculcan desde que eramos críos, queremos definirnos como únicos y esto es lo que más semejanza nos trae. Nos encontramos perdidos y buscamos la salida que no es otra que la entrada a la unanimidad... palabra que se explica con la palma de la mano. Todos deberíamos mirar a nuestro alrededor y ser conscientes de que nada es más probable en esta vida que encontrar un mundo diferente, complicado y confuso, pero que este mundo no es más que un reflejo de lo que nosotros mismo vivimos en nuestro interior. El orden del caos.

Deslízate.

Pollete.

El día pasado pasa desapercibido por mi mente. Recuerdo el sol, recuerdo el calor, pero no recuerdo el día en sí. Me desdigo de lo que he dicho, aunque no llegase a decir nada. Mientras tanto la sensación de incertidumbre se va apoderando de mí cada vez más y más deprisa. Los últimos, primeros, o segundos; como prefieran denominarlos, exámenes están al llegar y yo cada vez me siento preparado... ¡oh no! Lilith ha pasado este mes desapercibida, la verdad es que me he dejado atrapar por sus aguas turbulentas. Y ahora está lejos, dispersa, como el agua que queda en una botella agitada. La recuerdo con toda mi alma, la deseo, a veces incluso llego a olerla, a sentirla, pero sé que es mi cerebro el que crea esta sensación. Mientras tanto sigo pensando en el desliz, en lo que me hace continuar, aunque algunos crean que me detiene. Observo como voy pasando lentamente por mi vida, dejándola ser. Me sigo deslizando.

El día parece empezar tranquilo y sin preocupaciones... a ver como termina.

Y mientras

El día parecía ser tranquilo. El cielo dibujaba algunas nubes que poco a poco comenzaron a simular el otoño. La mañana ha pasado con los pensamientos ordenados, forzados por un estúpido pero entretenido crucigrama. Tras este unas conversaciones fuera de sentido, llenas de palabras y de silencios, algunos incómodos, algunos necesarios. Con el tiempo y el color plata de la atmósfera me he perdido en los delirios de una civilización. Todo esto mientras tanto recordando un acantilado, verde, azul, gris. Me tranquilizo y vuelvo a tomar aire. Pasa el tiempo y el día y el mes se termina, todo el año pasa fugaz ante mis ojos... ¿lo estoy mirando? Tengo tanta sensación de pasividad que me siento totalmente activo. La tarde ha pasado, la noche a disimulado su entrada y me ha dejado disfrutar de ella. Disfruto mi paseo hasta el fuego del hogar y descanso.

Sueños de un desliz.

Tierras altas.

Y sé que estoy en tierras altas, y sé que tengo que caer. Ya sabes, estas cosas pasan. Así que dime que te volveré a ver.... dormida dulce como un ángel a las puertas del eden.

Luna llena.

La primera luna llena de la primavera ha llegado. Toda la realidad se ve bañada por la luz de esta, se deja deslizar entre sus dedos. Las nubes pueblan el cielo y el dios cristiano pasea por las calles de las ciudades convertido en hombre sufridor, que teóricamente paga por los pecados de todos los que lo admiran. Sólo esculturas, solo retratos de muerte y pasión. Dejo que pase el tiempo y me agarro de su mano, me detengo ante la luna y en ese momento me dejo deslizar...

Deslízate.

Hacer

Habiendo hecho, teniendo que hacerlo... hacer.

Deslízate.

Noche plomiza.

Hoy la luna se ha escondido, el frío sigue paseando por la noches como un noctámbulo más. Las estaciones se confunden, cambian sus papeles, mantienen sus colores. Me sigo deslizando, con pasos plomizos esta vez, pero me deslizo.

El ojo de Lilith.

Hoy he podido ver su ojo ayudando a la penumbra a nacer, mirando frente a frente sus posesiones. Lilith se mostraba dueña y señora de todo lo que en el mundo sucedía, y yo caminaba lentamente. Me dejaba deslizar por la realidad... La primavera ha nacido esta noche, en la cual los gatos negros huyen de mí, se apartan, temen cruzarse conmigo. La primavera ha nacido y el invierno se niega a morir. Su amante, la humedad, hace que aún se le pueda sentir vivo.
La primavera ha nacido y yo me siento deslizar por ella. Deslízate.

siento....

No te puedo ver... pero te siento. Siento frío. Siento calor. Siento mi cuerpo. Siento mi excesos. Siento pereza. Siento sed. Siento miedo. Siento valentía. Siento pavor. Siento incertidumbre. Siento la sombra. Siento calor. Siento hambre. Siento ayuno. Siento impulso. Siento pasividad. Siento miradas. Siento silencios. Siento un parpadeo. Siento temor. Siento evanescensia. Siento el desbaste. Siento el relleno. Siento la oquedad. Siento la plenitud. Siento lo que siento... Te siento Lilith...


Siento el desliz.... me siento deslizar.

...Despertar...

Me encanta que haga frío, aunque hoy no haga frío, aunque hoy sólo parezca hacerlo... Me encanta. Me encanta sentir como mis músculos se tensan, ¿es por el frío? Recordar sus ojos me hace temblar, mi sonrisa se muestra tímida, se muestra. Me dejo deslizar por esta sensación, lo necesito. Cerrar los ojos... ¿los ves? Están cerrados, pero los puedo ver. Pues ahora deja de pensar en ellos. Escucha la música, deja que entre en tu cabeza, que pase por ella, que recorra todas las partes de tu cerebro, que baje por la columna vertebral, que llegue hasta las puntas de tus dedos... pero no es música, es el palpitar de mi corazón que recorre todo mi cuerpo, mis vísceras, mis entrañas, todo mi cuerpo se siente más vivo que nunca... Sigue estando ahí, por lo tanto es más real de lo que pensaba. No hagas el menor movimiento, déjala dormir, está apunto de despertar.

Te puedo ver dormir Lilith, ya eres mía. Nadie jamás había conseguido descansar a tu lado... ¿Lo he conseguido yo? Me gusta tocar tu cuerpo desnudo, recordar como son tus ojos, verdes, azueles, grises... La piel nacarada se confunde entre las sombras de la mañana... estás ahí. Dibujo una leve sonrisa, deseo rojo corre por mis venas y sólo puedo sonreir... "hola, es hora de despertar.... Buenos días para tí también" Me he perdido en su beso...

Sigo deslizándome.

Verdes.

Mi mente no paraba, los pensamientos pasaban a la velocidad de la luz justo delante mía, dejando tras ellos un destello increible. Mi boca articulaba esos pensamientos, sin orden, perdidas en la intensidad de una conversación que se desea eterna... que se desea finita, para que los labios digan otras cosas. Me pierdo en un mar verde, que encierra el más osucuro de los abismos en su centro, como aquella ciudad soñada en la que el monarca moría en el centro de la ciudad.
Te reconozco... eres tú, te puedo oler, mis manos te reconocen, reconocen esa silueta, esa suavidad. El aire sabe a tí, mi boca se pierde en tu sabor... eres tú, eres Lilith. ¿Me vuelvo a equivocar? Vuelvo a pensar que te he encontrado... Claro, no tendría esta sensación si no fuera así. Tú haces que sea así, que pueda creer todo esto y más. Dicen qué sólo sonries cuando se te mira directamente a los ojos... no aguanto, tus ojos, verdes, azueles, grises.... Sigo mirandome en ellos, me pierdo, me encuentro. Eres Lilith, has venido a por mí, terminó mi tiempo. A partir de ahora será dificil distinguir los sueños de la realidad.

Estoy soñando... no, simplemente me deslizo...
...
...
...
...
...
...
...
verdes
...
azueles
...
grises.

Lilith

Aún corre por mis venas un placentero deseo rojo, mis músculos se rinden ante los recuerdos de este. Aún siento su olor dentro de mis fosas, el sabor de su néctar en mis papilas. Ando bajo el sol, y una estúpida sonrisa se perfila en mi rostro.

Todavía veo la oscuridad de la noche, reflejada en sus ojos, verdes, azules, grises, que muestran las estrellas, que se pierden en la oscuridad de la pupila. Todavía tengo deseos de sangre, de vida, de deseo.

Sigo caminando, singo sonriendo, qué estúpido. Sigo sintiendo deseo, sigo mirando despacio... mirando los recuerdos, despacio... rentenlos, sólo un segundo más y serán tuyos. Sigo empeñado en lo inestable, que hace que me vuelva loco. Aún veo su cara...

¿Eres Lilith?... Sí. Te reconozco, reconozco esta sensación... Eres Lilith, ¿cómo te he encontrado?... Claro. No te he encontrado. Tú no perteneces a nadie... sólo dura unos segundos, unas horas, unos días, pero nunca se te olvida, aunque hay algunos que llegaron a hacerlo... y posiblemente yo lo haga. Pero ahora te he encontrado y pienso mirar despacio para poder recordarlo. Tocarte desde los pies hasta el último cabello, así... así te tendré o por lo menos no te podré perder, olvidar.... Ya eres mía Lilith.

Aún corre por mis venas un placentero deseo rojo, aún sigo caminando y manteniendo esa estúpida sonrisa, aún sigo recordando, aún sigo deslizándome.

Deslizándome

Domingo tranquilo, sin prisas, dejando que las cosas pasen, deslizándome.

Pezuñas de elefante.

Piensa en un concepto totalmente contrario a este, a esa imagen, a ese edor, y sabrás a lo que me refiero... quizás comprendás el por qué verdadero del alineamiento de los planetas.

Sigo deslizándome...

Febrero dormido.

Este mes de febrero ha sido sólo para mí, para conocerme, para conocerles. Me he entretenido viendo como sus caras reconocían a la mía, cada vez más nítida para sus memorias. He pasado por todos los estados y ahora me conservo en un estado de tranquilidad constante, ya nada perturba ni hace perturbar. A veces las cosas son más simple de lo que parecen y no necesitan otra explicación que la que le damos a estas, porque no son más que eso, explicaciones.

En este mes de febrero he conocido y he olvidado, he comprendido a Lilith... ¿Quién es Lilith? Me he interesado por Medusa... ¿Qué hizo Medusa? Y he conocido a Ortega... ¿De dónde ha salido Ortega? Poco a poco me iré metiendo en ellos, los iré dejando entrar en mi habitación, o los haré salir bruscamente, pero estarán por allí, por aquí, por donde los deje....

Nunca había escrito aquí en mi pequeño rincón siendo de día, la luz del sol me atemorizaba y me obligaba a salir despaborido, huyendo de mi reino hacia el sol, como si una extraña fuerza me hiciese pensar que allí me sentiría bien... y la gran mayoría de las veces no se equivocaba....

Voy a seguir con mi vida que no estaría nada mal... hoy, ver unas exposiciones, entrar cada vez más en lo que será mi futuro, en lo que es mi presente....



(por la noche)

Hoy he comprendido perfectamente lo que ocurría, lo que ocurrió en este mes pesado y rápido a la vez, que es febrero. Me encontraba cómodo en mi presente, me sentía bien, o por lo menos eso creía, pero necesitaba estar completamente sólo, por muchos esfuerzos que hacía la gente me sobraba, estaban fuera de mí. Sólo en algunos casos, cuando mi estado etílico era elevado, y la gente a mi alrededor algo desconocida, me sentía tranquilo, sereno, amable. Era en esos momentos en los que la lucha con mi pasado paraba a tomar el té, eran las cinco en punto para mis recuerdos. Si mi pasado me atormentaba, mi presente y por lo tanto mi futuro, se aproximaban a mi como algo atormentador. Ahora... tras buscar en mí, todo lo que hay, todo lo que hay por curpa de haber habido, aunque suene mal, peor sienta. Ha sido un mes que me ha hecho ver que el pasado de cada cual sigue sus propios pasos en el presente y que aún así el futuro no es más que un leve recuerdo de lo que hoy llamamos pasado. Parece complejo, pero siempre buscamos la estabilidad en el tiempo, preferimos pensar que las cosas no cambian, o peor aún, que cambian a nuestro antojo. Observamos que nuestras actitudes no son lineales, sino que se emergen en una espiral, que sin ser el mismo circulo realiza el mismo movimiento circular, recorriendo todas las partes de nuestro ser, somos el mismo, pero cambiamos en algo... seguramente esto sea la circustancia, la edad, el jodido movimiento, la consecuencia de la causa, el por qué de todos los por qués, y en ese momento descubrimos esto y nos sentimos tranquilos, vemos pasar el tiempo y pensamos que todo esto es parte de tu vida, de mí vida, y eso es lo mejor que puede pasarle a alguien, ser consciente de su propia vida y aceptarla, aceptar todos los estados de ánimo y valerse de ellos para sacarle el máximo probecho a todo lo que tienes por delante, que no es nada más que todo lo que estás haciendo, has hecho y harás.


Ahora más que nunca sigo deslizándome.

Algo.

Hoy sólo quiero escribir eso, esto, algo.

Sigo deslizándome.

efecto dominó.

Hoy ha sido un día movido por el efecto dominó. Me he dejado llevar en todo momento por las circunstancias que me rodeaban. En un principio el ambiente se volvía plomizo y lluvioso como lo ha llevado haciendo varios días, aún así ha salido el sol. Ha brillado calentando la tierra y a mí con ella. He recibido sus rayos y he olvidado mis preocupaciones, aquellas que no debería olvidar, las verdaderamente importantes, las que verdaderamente son mías. Aún así me dejo llevar y he podido recuperar lo necesario. Mañana tengo el penúltimo examen y no puedo pensar nada más que en esta última semana, en estos últimos dos exámenes, tras ellos todo habrá pasado. Habré superado mi primera etapa de exámenes en la facultad... y me seguiré sintiendo igual. Pues la verdad es que no, ahora me siento un poco más preparado, soy capaz de afrontarlo. Pero todavía me quedan que aprender a dominar mis armas, o más aún, a encontrarlas. Así que desde hoy en adelante voy a encontrarlas, a adiestrarme y a usarlo convenientemente. Aunque en este primer asalto no salga totalmente recompensado, obtendré otra recompensar, el valor para tomar las armas. Sigo deslizándome.

Encontrar y pasar del Yo al Nosotros.

Ya basta. Acabó enero, he dejado de nacer y de morir. Ya lo he hecho demasiadas veces. En estos días he sido absurdo, cuerdo, pueril, adulto, enfermo, sano. Me he dejado olvidar para al fin recordar por qué todo sí tiene sentido. He recordado lo que me empuja hacia adelante. Y no es nada más que Yo.
Pero algo ha cambiado. No puedo negar que hoy por hoy es el individuo lo que prima en la sociedad. Ya se han olvidados valores de antaño. Mi añada no recuerda las atrocidades, nos hemos educado en un mundo que nos ha hecho creer que "yo" soy lo que más importa, y unos y otros ya no se diferencian. En nosotros nacen los primeros "yo" que estarán libres de esa culpa. En nuestra contra tenemos una clara objeción. El verdadero "yo" es aquel que tiene la capacidad de "ser" plenamente. Yo soy, por lo tanto tengo la capacidad de llegar a ser. De este modo el pleno "Yo" conduce a un "Nosotros", el cual depende directamente del ser indivudual, es decir, del "Yo". No existe una complicidad entre los seres, una grata convivencia para poderser desarrollar plenamente en compañía uno del otro. Es necesario potenciar nuestro "yo" correctamente para llegar a un verdadero "Nosotros" en el que todos vivamos en una felicidad completa.

¿Es utópico pensar esto? Pues claro que sí. Es lo más utópico que puede imaginar un ser con dos dedos de frente, que sabe que es tan imposible como bello. Pero sólo por existir la idea ya es importante. Creo que debo ascender en mí. Ya he dejado de morir. Ya he dejado de nacer. Vuelvo a deslizarme por la realidad, lentamente, con pasos aplomados. Voy observando todos los detalles, atravesando las miradas de los transeuntes. Disfruto de todo lo que hago porque es lo que hay... y es lo que Yo quiero.

Sigo deslizándome.





Para Gordo/Endezo y M.C.

El buen profeta

La luna está casi llena, las nubes se tiñen de viletas, narajas y azules oscuros... casi negros. No obstante la luz de la luna y las estrellas, las pocas que se pueden ver, convierte la noche en algo tranquilo y apacible, típica sensación previa a la tormenta. Llevo varios días sin escribir aquí, en esos días he aprobado la primera asignatura de la carrera, he cumplido años, he dejado y he vuelto a sentir esa pesadez de la que hablaba el último día... y todo eso me ha conducido hasta aquí hoy.

En general el día a pasado con normalidad. La normalidad que puede tener alguien que desde hace un tiempo solo conoce la inestabilidad. La verdad es que es algo que me he probocado yo mismo, creía que era lo que quería...¿es lo que quiero? Aunque me cueste reconocerlo creo que si, que me gusta esta sensación. Quizás lo hice porque no soportaría que me rompiesen el corazón una vez más, así de esa forma solucioné ese problema, esto ya no sería tan doloroso como las otras veces, esta vez el dolor me lo he probocado yo, para evitar uno mayor. Me cuesta trabajo creer esto por como actué aquellos días, pero es que eso necesitaba frialda y puse toda la que pude en el asador. Me escondía detrás de un futuro que nadie sabe como va a ser... sería pecar de futurólogo, o peor aún, de buen profeta.
Hoy la he visto, estaba guapísima. He perdido toda la tarde de estudio, sólo he podido aprobechar una maldita hora. Gran parte del tiempo lo he pasado moviendome de un sitio para otro porque no podía estar ahí sin decirle nada... y el tiempo restante he estado observándola para recordarla mejor, aunque fuese su espalda lo que veía, pero era ella. Ahora tengo una imagen más reciente de ella... y ahora sé que tengo que olvidarla, aunque no sea facil, pero de alguna manera tendré que olvidarla. Seguir adelante con mi plan, que no es otro que vivir. Vivir mi vida, y no me puedo torturar porque Ella ya no forme parte de esta, ya que fuí yo quien la arrojó tan lejos. Aunque lo hiciese incoscientemente no tiene sentido que me siga torturando por todo esto. Espero que hoy sea el día en el que verdaderamente en mi mente empiece el olvido... aunque si tengo que reconocerlo me cuesta tanto trabajo aceptar que ya no va a tener nada más que ver en mi vida, que encima está resentida. Yo sólo pido que me diga algo, aunque se un "cabrón" o un "niñato" o lo que sea, pero que diga algo.

Pero después de todo yo sigo aquí, voy a seguir adelante porque esto es muy absurdo y ya me estoy cansado de ello. Tengo que tomar las riendas de una jodida vez, comenzar a darme cuenta de qué está pasando a mi alrededor y comenzar a interactuar con ellos. Chicos... BIENVENIDOS A LA REALIDAD.

(tenemos que comenzar a deslizarnos)

1000 Tn

Hoy ha sido un día en el que la realidad me ha pesado más de lo normal.... Todo me ha hecho sentir cada vez peor... todo hasta que he dado un paseo donde un amigo me ha traído tranquilidad, risas y distracción. Cuando volví a casa la nausea volvió a aparecer, pero encontré a personas que no pensaba encontrar y que me hicieron olvidarlo todo, recordar que lo que importan son los placeres y si aún así persiste como dijo Jara "Si los problemas te ahogan mira al cielo, mira pa'rriba, que ellos sólo están en el suelo. Pisotéalos y disfruta de lo que estás viendo en este momento".

Creo que comienzo a deslizarme

Freno de mano

Hoy es un día en el que me sobra todo el mundo. No me siento bien, me siento triste, apático, inseguro, insuficiente. El tiempo ha sido apacible durante todo el día, bastante primaveral, pero mi cuerpo se ha sentido extraño en él. Todo esto viene a cuenta de un sueño, del cual no recuerdo su contenido, pero si su existencia. Recuerdo que en ese sueño me sentía muy tranquilo, era donde quería estar, justo lo que me hacía falta, y era feliz. Tras despertar he olvidado todo eso y me he sumergido en la realidad, en mi realidad, plagada de imágenes y apuntes históricos. Tras esto he escuchado una voz... su voz, y me he puesto a pasear, andar me ha tranquilizado. Me he sentado de nuevo ante el mundo y lo he dejado pasar, he dejado que se olviden de mí para poder acordarme yo de ellos, de ella. Tras esto, mientras trabajaba, he sido invadido por una sensación de añoranza tremenda... y al pasar por su casa casi echo a llorar.... me avergüenzo de esto, muestra mi inseguridad, mi absurdez rotunda. Han sido cuatro horas en las que he recordado lo bien que me sentía con ella, todas las calles se me mostraban como recuerdos que me hacían sentir bien y mal al mismo tiempo. La he echado de menos hoy, pero esto no es algo normal... lo normal es que la nostalgia me ataque y yo la observe haciendole saber que ya no es necesaria su presencia, que ya he encontrado algo mejor... YO. Aún así hoy he dejado que se quede, quizás necesite sentirme así para evitar pensar en los exámenes y así sentirme bien. Quizás sea tan gilipollas que me sea agradable esta circustancia. En fin, estoy cansado y mañana me queda un duro día por delante... espero poder volver a deslizarme, aunque hoy creo que me he frenado coscientemente.

¿Descanso?

En estos días no me preocupa nada, o casi nada. Los exámenes se han metido dentro de mi cabeza y con ellos el pánico a no "dar la talla" Lo sé, no es para tanto, pero es la única forma que tengo para motivarme. Pensar que quizás no sea capaz de hacerlo me da más fuerza para intentarlo. Creo que esto ya lo escribí por aquí, pero es que para este caso vuelve a ser muy apropiado. En una ocasión una profesora mía de filosofía me dijo "Sólo los que luchan por lo imposible sabrán que es lo posible" Era el buque insignia de un anarquista, espero que a mí me de mejores resultados que a él. Disfruto las mañanas, paseando al sol, dando clases agobiantes, saturandome de información, viendo a gente que me hace sentir bien. Aún así en todas recuerdos que todo podía ser diferente, muy diferente. Es evidente que todavía no ha terminado, las cosas no terminan hasta que no sientes qeu han terminado. En cierto modo esta sensación está presente en mí, pero simplemente por el transcurrir del tiempo que ha callado las voces que decían "sigue adelante, por ese camino, aunque parezca difícil en principio con el transcurrir se volverá más sencillo y transitable" Y ahora me veo aquí, sentado en el camino, disfrutando del paisaje viendo como yo formo parte de él. Sé que debo continuar, pero es que en todos los caminos es necesario un descanso. Esta metáfora ya me ha cansado.

En estos días solo pienso en arte.

Sol de invierno.

Hoy ha sido un día agotador. Anoche me encontraba realmente inquieto en la cama y no conseguí conciliar el sueño hasta que no pasaron las cuatro de la madrugada. El madrugón para ir a la facultad, a las seis y media, y la posterior jornada de estudios hasta las ocho de la tarde, como es normal, ha hecho que me sienta cansado. No obstante hoy ha sido un día en el que me he encontrado bastante activo mentalmente. Tenía pensamientos hiperactivos que iban y venían de un lado a otro de mi cerebro. Los recuerdos se entrelazaban unos con otros como la labor de los tallistas en los capiteles coríntios más avanzados. Las sensaciones se iban entrelazando pero sobre ellas reinaba una sensación de paz. Paz que se mezclaba con añoranza en algunos momentos, sobre todo en aquellos en los que necesitaba sentir alguien cerca de mí. Lo anecdótico de esto es que por primera vez es "alguien" y no "Ella". He dejado que el sol de invierno, que dispersaba la bruma matinal, entrase por mis poros, abriendo cada uno de ellos ante el frescor del cesped sobre el que lo recibía. Tras una hora repostando bajo los brazos cálidos de Apolo me he dispuesto a continuar con la monotonía y me he dejado llevar como estoy acostumbrado a hacerlo, deslizándome sobre la realidad y disfrutando del tiempo que transcurre mientras paseo por las esferas visibles. "Los misterios de un universo paralelo creado por las siete deidades se asentaban en mí y me hacían caminar con mayor tranquilidad"*




Deslízate.








*Esto es mío, no lo he sacado de ningún lugar, pero quería destacarlo con comillas para que se viese que es un pensamiento que tiene algo de importancia que espero comprender cuando vuelva a leer esto pasado el tiempo

Galiana.

Me aburro. Hoy el día ha sido bastante normal, cotidiano. La noche, como de costumbre, son frías y húmedas. Tengo que centrarme en los exámenes que ya llegan y yo no se si estoy preparado. Aún así creo que no lo estoy haciendo mal, pero eso ya se verá con el tiempo. No obstante han llegado vientos norteños a mi vida que me han hecho recordar las ganas que tengo de volver a verme en el norte, paseando por galiana... disfrutando del salitre de San Juan, de las tardes en el parque Ferrero... tengo ganas de volver para ver como me sentiría ahora que soy más yo. Como dijo un norteño, "si tengo que morir lo quiero hacer aquí, cerca del cielo"

Sigo deslizándome.

Palacio de papel.

Hoy me siento más tranquilo, más relajado. Ayer fue un día genial, buena temperatura, buen ambiente, buena compañía, buena música. Hubo un poco de todo, incluso para la imaginación había un pequeño regalo en forma de "fantasía amorosa" como lo llamó una vieja. Hoy, como tantos otros días, me he dedicado a deslizarme por la realidad. Sólo tenía recuerdos de placer de buenas sensaciones... incluso aquellas que parecían malas hace tan poco. Me muestro tan valiente porque he olvidado lo que ocurrió el otro día, apesar de tenerlo escrito no he tenido tiempo y si lo he tenido lo he aprobechado en otra cosa, me refiero a algo que tengo que publicar aquí y que data del viernes pasado (yo me entiendo) La noche vuelve a ser fría y la niebla se asienta sobre esta tierra de marismas secas, la luna está ya en fase de renovación y la humedad pende de los cristales y los surcan como conductores despreocupados. Hoy se está bien en mi palacio de papel, se está bien aquí... se está bien.

...

Hoy no tengo ganas de escribir....

Buenas noches

Hoy sólo vengo a dar las buenas noches. La noche es fría como de costumbre y yo me deslizo sobre ella. Hasta mañana

inDECISO

(Por la tarde)

El invierno está plenamente inmerso ya en nuestras vidas. Los días son cálidos y las noches frías. Pasado por fin el tiempo de fiestas ahora nos debemos de volcar completamente sobre esta estación. Me tranquiliza pasear por las mañanas sintiendo el frío en mi cuerpo y una canción en mis oidos. Llevo varios días soñando sin tener recuerdo de estos, pero... aún así me siento un poco inquieto, como cuando sabes que algo importante va a pasar y lo estás esperando. Pero yo en este momento no estoy esperando nada... ¿o será que estoy esperando tantas cosas que las he llegado a olvidar? Sea lo que sea acaba de aparecer en mí una extraña sensación de placer, difícil de analizar. De unos días a esta parte la sensación que ha invadido mi cuerpo, mi mente, mi ser, ha supuesto un desorden que ha conseguido poner en orden todo lo que a mi alrededor se dispone. Paseo por la calle con esa estúpida sonrisa de enamorado justo antes de pasar a esa melancolía absurda del abandonado. No obstante me sigo deslizando entre la realidad y ahora más que nunca formo parte de ella, de su caos. En una ocasión uno de mis conocidos me contó que lo describieron con las siguientes tres palabras, las tres ies... "Indeciso, Inmaduro e Impulsivo" Recuerdo su indignación ante estas palabras... pero ahora, la verdad, creo que me sentiría muy cómodo y muy satisfecho si hicieran lo mismo con mi persona. Ser indeciso simplemente puede tener, como las otras dos cualidades, matices negativos y positivos. Es negativo en cuanto a que nunca seremos capaces de hacer nada con la total certeza de que era lo correcto, pues estamos ante una de las opciones y la escogimos por ser la más acertada para nosotros mismos... porque ser "deciso" implica un alto grado de subjetividad, qué es lo que más me conviene a MÍ. No obstante, la indecisión, muestra una actitud de aquel que no se conforma con lo que tiene, del que siempre pide algo más y cree que siempre puede mejorar. Yo ya estoy preparado para elegir... pero como siempre elijo lo que yo quiero, lo que más me conviene, aunque parezca lo peor, pero no lo es porque lo he elegido yo y para mí no hay nadie más importante. Me he vuelto un gran indecios, que sigue sus impulsos para poder ser feliz en todo momento consigo mismo y de esa forma alcanzar una "inmadurez" que muestre como nada de esto tiene que ver para que yo sea maduro.

El invierno me ha hecho volver a abrir los ojos y que me de cuenta de que nada es tan importante como parece y que nadie mejor que yo podrá afrontar mis decisiones, aunque esa decisión sea no tomar ninguna decisión.


(Por la noche)

Acabo de releer lo que escribí hace unas horas. Y la verdad, no sé que decir. Me gusta, me hace sentir bien cuando lo leo, pero me parece fuera de lugar. La verdad es que no sé que demonios estaría pensando en ese momento. No obstante ya juzgaré cuando llegue el tiempo oportuno para hacerlo. Ahora sólo me puedo dedicar a seguir escrbiendo. Pero escribir de verdad, que nos conocemos. Por ahora creo que lo estoy haciendo y me está gustando, cosa que es bueno.

La noche se presenta como si uno de los grandes realistas ingleses o alemanes hubiesen puesto su pincel en ella. La luna se deja entrever al paso de las nubes anaranjadas por el color de las luces electricas de las calles. La niebla, muy escasa, se descubre con los rayos que emergen de esas fuentes de luz. El frío es leve, aunque la humedad hace que penetre hasta los mismos huesos haciendo que este se acentúe. Me siento cómodo en este ambiente. Siempre me he sentido cómodo con el frío, creo que se nota...¿no? Hoy ha sido un día tranquilo, en el que no he hecho mucho por mover el mundo, pero él se ha movido sólo sin mí, y me siento tranquilo. Mañana... puff Mañana es algo que me queda muy lejos, he decidido pensar en hoy... para que mañana sea otro día.



Deslízate

Cuenta gotas.

Hoy he comprendido que los recuerdos son buenos, pero sólo cuando aparecen por si solos. No podemos probocarlos, hacerlos aparecer. Creo que llevo toda mi vida forzando a los recuerdos, y creo que esa es una de las razones por la que ahora me atemorizan tanto. Llevo viviendo de ellos casi toda mi vida. Cada vez que doy un paseo intento pasar por los mismo sitios que aquel día, o simplemente cuando escucho una canción, la relaciono con como me sentía aquella vez que la escuché. Esto no significa otra cosa sino que soy humano. Pero es que creo que me estoy colando un poco, que estoy siendo humano en exceso. Los recuerdos me ahogan, hacen que cuando estoy sólo todo vaya un poco más lento y me deja casi sin aire, sin vida. Quiero encontrar nuevos recuerdos, o mejor, quiero que los recuerdos no sean una parte tan esencial de mi vida. Cuando estoy haciendo cosas ellos desaparecen, dejan que la vida siga adelante, que yo pueda ser yo. Pero en el momento en el que mi mente se vuelve ociosa torna la desesperación... bueno, quizás no sea para tanto la verdad... de todas formas no deja de ser algo que me gusta. No obstante sigo pensando que recordaré con cuenta gotas para no frustrar mi entendimiento ni mi razón. Pues ya no tiene sentido seguir quejándose, ahora sólo prima seguir adelante y ser uno mismo, que eso siempre gusta.

Día de reyes

No me pienso explicar, lo que escribí ese día se queda para mí y para el olvido. Ahora por el momento solo escribiré lo necesario para que eso último que escribí desaparezca rápido de aquí. Hoy es el día de Reyes. Recuerdo cuando conocía a un ta David de los Reyes, que gracia me hizo su apellido, era singular y a la vez vulgar. En fin, la mañana ha pasado en la cama con un resaca inexistente pero un sabor a alcohol y a tabaco de la noche anterior que ha hecho que tome la decisión de irme a tomar una caña con un colega... que mejor solución que salir a reírse.



(por la noche)

Mejor no pensar en nada que pensar demasiado en algo. Buenas noches

recuerdos............................

Ella llega hasta mi menta, jura que es diferente y es dulce hasta en su forma de mentir.... Aún te quiero, pero sabía que te iba a perder incluso cuando más mía eras........ Tengo que dejar de escuchar a Nacho Vegas.

Petit à petit.

Ya ha vuelto. Pero esta vez es diferente. Me refiero a la sensación de mal estar. Pero es que no estoy seguro de que sea eso, también puede ser que me estoy asentando en la realidad. Estoy empezando a afrontar los retos que me he propuesto para que el año próximo, y parte de este, todo sea mucho mejor que ahora... o eso espero. Me da miedo predecir estas cosas a largo plazo, tengo que centrarme en lo que tengo delante mía ahora. Las cosas grandes se forman a partir de piezas más pequeñas. Los planes a largo plazo se llevan a cabo cerrando bien aquellos que surgen en un margen más extrecho de tiempo.

Aún así tengo una sensación que me hace sentir bien. Estoy tranquilo, se que es lo que he decidido y que no tengo por qué fallar. No es algo tan extraño vamos, lo que ocurre que yo lo magnifico más por ser a mí a quien le está ocurriendo.

En fin, solo quería decir eso... ¿o no?... Total, ¿qué más da?


Por cierto... este es mi mes, este mes soy yo, en este mes nazco y muero.

¿Preocupaciones?

La luna llena absorve la luz de las estrellas y las desparrama lentamente sobre este mundo que comienza a darse cuenta de que el nuevo año ha llegado. Tenía miedo de volver a sentarme aquí, miedo de que volviesen esos pesares, esos miedos. Es irónico. No obstante la sensación está siendo más placentera de lo que esperaba... como la noche del treinta y uno. No voy a hablar de ella, voy a dejar que pase como han pasado todas las demás de ese estilo, y así recordar sólo lo que verdaderamente ha hecho mella en mí. Así que ha llegado el momento, ese en el que hay que olvidar todo para seguir adelante. Dejarlo todo atrás para no llevar un lastre que nos haga el camino más pesado y creo que me he esforzado lo suficiente para ello, ¿o no? En fin... si de algo soy cosciente es de que este año tiene mucho que ver conmigo y no voy a dejarlo escapar... no voy a dejarlo escapar.

Hoy hay luna llena y pienso saborearla, por ser la primera, por venir con prisas, porque es lo que me apetece y lo único que me preocupa.

Feliz año nuevo.