thinking

Sin ganas de nada... menos de pensar en ti.

Deslízate.

Una noche de esas.

En esta noche, calmada la atmósfera, la temperatura es deliciosamente agradable. La luna cuelga menguante sobre un cielo totalmente despejado, que se muestra sereno, tranquilo, que brillan las estrellas en él dándole un matiz más celestial, armónico en el caos. En esta tranquilidad me muevo, sonriente, como un estúpido. Acabo de pensar en ti y no lo puedo evitar. Es extraño como me he acostumbrado a ti, y cómo me sólo eso es suficiente. Noto la llegada de la primavera a cada segundo, cada batida de ala de golondrina me golpea en el estómago, me hace sentir su llegada. Este año el invierno está siendo pesado, largo y pausado... necesito el dinamismo de la primavera, para darle un sentido a esta estúpida sonrisa que nace sólo con pensar en ti... es absurdo, pero esta noche es así, y la luna lo está viendo todo. Pero sigo empeñado, como Sísifo, en seguir subiendo, aunque sepa que después tendré que descender... pero también el descenso hay que vivirlo.


Deslízate. Vuelve a hacerlo.

Uno más

La noche es cálida, casi primaveral. Aunque son también mis ganas de primavera lo que la adjeviza así. Luna menguante en el cielo, viajes por hacer, trabajos pensados. Los sueños son efímeros, pero persiste la idea de tener uno, y eso es bueno. Su recuerdo es agradable, oírla me hace sonreír, e intento que también lo haga ella. Pasar momentos agradables con gente que se acaba de conocer...

Un domingo más.

Des-orden

Es maravilloso haberte conocido. La verdad es que, a pesar de todo, es maravilloso. Me encanta mirarte, aunque pienses que no te miro. Me encanta escucharte, aunque pienses que no lo hago. Cada vez que mi cuerpo roza el tuyo...

Es complicado el haberte conocido. La verdad es que, a pesar de todo, es complicado. Saber que nunca apreciarás mis miradas. Detestar que siempre pienses que no te escucho. Intentar no tocarte para no confundir roces con caricias.

Ahora me siento más tranquilo a pesar de todo esto. La casa se está intentando acomodar de nuevo a mí. La luna quiere seguir saliendo a pesar de todo. Las fotos siguen cayendo ante mí. Me dejan que te observe sin que lo sepas.
Ahora pasa el tiempo y me siento más tranquilo. Deseo miles de cosas, y lo primero es lo primero. Y tú decidiste mucho antes de que yo pudiera opinar.

Sabes... es maravilloso haberte conocido.

plomizo capote

Acaba la semana sin noticias del este. Nada llega nuevo ya. Nada parte ya como algo olvidado. Aparcadas las quimeras y el ayer. Quizás siendo más realista, o más iluso, esto siempre será una incógnita. Recuerdo sus ojos, aunque ya no los miro. Los veo, aunque sé que nunca los miré, que nunca me miraron. Escucho canciones que me hacen sentirme mejor, o que simplemente me hacen sentir. El tiempo atmosférico no acompaña. Una compacta nube férrea, cargada de humedad, vaga por el cosmos desde hace días. Tímidamente deja asomar algunos rayos solares, que hacen que ciertas cosas se vuelvan increíbles y sobrenaturales. Y yo lo miro sin inmutarme.

Quizás mañana el plomizo cielo me muestre cuál es la solución, o cuál es el problema.