Rey sombra

Rey sombra

sábado, 30 de diciembre de 2006

Absurdo.

Aquí, cuando el principio y el fin de tantas cosas está tan cerca, me siento tranquilo. Miro a mi alredor y pienso que todo esto tiene sentido, aunque yo no se lo encuentre, pero lo tiene. Puede parecer que me estoy autocombenciendo. Pero lo único que estoy haciendo es describir la realidad que me rodea. El hecho de que yo crea que me siento mal no está nada más que dentro de mí, soy Yo el que se cree sentir mal, el que mira las cosas y las ve desde ese pesimismo tan absurdo que es aquel que es probocado, artificial, alucinójeno. Si tengo que tomar este papel lo haré de la mejor forma que se hacerlo, pero que sepan que este no es mi papel. Yo quiero sentirme bien, y de hecho me siento bien... lo que ocurre es que me falta lo más importante, creérmelo.

Mañana, hoy, es el último día del año. Aquí empieza y acaba todo y nada. La realidad es tan absurda que nos obliga a marcarnos el fin de la nada y el comienzo del todo en un instante ficticio. Todo puede significar nada. Lo sé. Es un absurdo, pero es que eso es la vida, una absurdo tras otro que nuestra mente ha ido encadenando y dandoles sentido. Deslízate.

jueves, 28 de diciembre de 2006

Balance.

Es hora de hacer balance, se acerca fin de año y hay que mirar atrás para ver que es lo que debes mantener y qué desechar.

Venga... yo ya lo he hecho, ahora os toca a vosotros.

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Seguir.

Las noches de invierno me tranquilizan. Son tan luminosas acausa de la humedad. Todo brilla un poco más y parece más tranquilo. Yo me detengo ante ellas y las dejo pasar. Busco cosas que hacer en esos momentos en los que todo da igual y analizo los días que van pasando lentamente aunque las semanas sean una mota de polvo en los meses. Cumplo mis espectativas diarias y eso me hace pensar que estoy tomando la actitud correcta. Ya no me siento mal, por nada en absoluto... Bueno quizás por lo normal, pero ya no me preocupa, porque es normal.

Todo sigue como debe de seguir, yo sigo con la tranquilidad típica de aquel que no tiene nada más que hacer que seguir.

lunes, 25 de diciembre de 2006

Bueno-Malo-oneuB

En fin... sigo aquí. Estos días están resultando difícilis de vivir. Los recuerdos se lanzan contra mí como camicaces japoneses que creen fiel mente en el emperador. Yo mientras, sentado, algo nervioso a ratos, disfruto de las bajas temperaturas. Las saboreo y dejo que entren en mi cuerpo haciendo que todos mis músculos se contráigan. Son pequeñas sobre dosis de tensión que será añorada en los meses más calurosos del año, que no son los que menos. Todo esto ayuda a los recuerdos a mostrarse con mayor rapidez buscando algo que nos traiga calor. Pero este desgraciadamente no es mi caso, cuando aparecen los recuerdos me hacen sentir mal, aunque también me hacen sentir tranquilidad. Me observo y veo que estoy haciendo lo correcto y que hice lo correcto. La realidad no va a transformarse para mí, pero yo si puedo cambiar para ella. Prefiero seguir recordando, aunque me sienta mal. Prefiero tener buena cara, aunque me sienta mal. Prefiero seguir hablando, aunque me sienta mal. Prefiero seguir sintiendo lo que siento... aunque me sienta mal. He decidido que voy a hacer lo que tengo que hacer, que no es más que seguir. Pero esto es algo tan evidente, dadas las circustancias en las que todo esto se desenvuelve. Yo he elegido siempre y pienso seguir haciéndolo.

Todo esto puede resultar genial. Al final siempre me siento bien. Es como estar en una pesadilla que, en su punto final, dices "Joder pues no es pa tanto" y te sientes super cómodo y piensas "pero si esto me lo he buscado yo... ¿dónde está lo malo? Es lo que yo quería y lo tengo, de qué me quejo" Tener esa sensación me gusta... y eso es bueno.


Feliz navidad.

jueves, 21 de diciembre de 2006

El hombre del tiempo.

Como decían aquellos valencianos... "Hoy es un día perfecto... lo ha dicho en la radio el hombre del tiempo" Y doy fé de que no se equivocaba. Hacía muchísimo tiempo que no me sentía tan bien como hoy. Me ha encantado estar con la gente de clase, he conocido a gente fantástica y han conseguido que el día pase delante mía sin molestar en absoluto a mi conciencia por primera vez en varios meses. Ahora me siento bien, capaz, activo, con posibilidades de hacer cualquier cosa que me proponga. Además hoy ha sido un día en el que he podido observar de nuevo la dulzura... gracias.



(Si breve fue la visita, más breve será la despedida)

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Me encanta que haga frío

(por la mañana)

Sin tomar café las mañanas parecen más largas. Se pasean ante nosotros con un rítmo plomizo, pausado y pesado. Es en estos momentos en los que nos vemos envueltos en sensaciones contrarias de pesadez y agetreo. Como esta servilleta, estática hasta la llegada de mi mano que ahora raya con un boligrafo su superficie.
Ha comenzado el día. Bienvenido.

(por la noche)

El día tras amanecer se ha apresurado en pasar de largo por delante de mi vida. El cansancio matutino se fue esfumando cual bruma con la subida del sol. A partir de ese momento estaba preparado para todo. Me encanta que haga frío, me hace sentir vivo, activo, eficaz. Pasear por las calles llenas de obras y transeuntes que buscan un punto de calor en su cuello y el descanso de su lugar de trabajo. Todos pasan incoscientes de quién soy, de qué puedo llegar a ser. Se deslizan por la ciudad dejando un rastro invisible, imperceptible. De este modo llegué al medio día con la tranquilidad de que nada me preocuparía hoy. Vencer los problemas, aunque sólo sea por un día, es una sensación increible. No obstante sigo empeñado en que todos esos "problemas" no son más que excusas que yo mismo me pongo para demostrarme que tengo que seguir adelante, que tengo que progresar, mejorar.
Hoy ha sido un día en el que yo he pasado desapercibido hasta para mí mismo, sólo el frío me ha conseguido encontrar.



¿Se adapta esto a la realidad? ¿Es mi diario lo que escribo? Quizás el día ha sido más activo de lo que refleja el texto. Las relaciones sociales han sido intensas y han hecho que mi conciencia se relajen, de ahí mi falta de entusiasmo, que es muestra del bienestar que siento en un día en el que la monotonía me ha hecho salir de la costumbre. El frío ha entrado en mi cuerpo y me ha hecho sentir bien, ¿qué más puedo pedir?

martes, 19 de diciembre de 2006

Nada

Pues eso. ¿Qué más puedo decir?

lunes, 18 de diciembre de 2006

Otro día más.

Tras las conversaciones el tiempo nos acompaña como el más fiel de los escuderos. Aparece junto a nosotros, recordándonos que ya no volveremos atrás, que la conversación murió. Una vez, sino recuerdo mal, un amigo me comentó que en realidad todos éramos más de uno, es decir, como mínimo dos... Yo soy y soy Yo. Tenemos la facultad de estar en desacuerdo hasta con nosotros mismos y lo que para mí en un día como el de hoy pintaba como melancolía se ha convertido en hastio, para transformarse después en indiferencia. A medida que ha ido avanzando el día, mis sentimientos han caido sucumbidos ante la hora de la siesta, tan grata en estos meses en los que el frío hace que el sol se agradezca. Aún así, con la caida de la noche las divagaciones han sido mínimas, gracias a que se ha procurado evitarlas. Mi día lleno de monotonía pasa delante mía y no deja ni rastro, simplemente el leve rumor de que este ha sido igual que cualquier otro día, que no traerá nada nuevo, ni eliminará algo ya existente. Cada vez me voy aferrando más a esta sensación... "Y mientras va pasando el tiempo... otro día más"

domingo, 17 de diciembre de 2006

¿Lo ves ahora?

Ven. Siéntate conmigo. Relájate. Abre los ojos, ¿lo ves?. Está ahí. ¿Es que acaso aún no lo ves? Abre un poco más los ojos. Todo lo que puedas. ¿Lo ves ahora?... No me puedo creer que no lo veas, es... es enorme, y está justo delante tuya. Quizás no sean los ojos los que debas abrir. Quizás sea la mente lo que debas abrir. Abre tu mente. Ya... ya sé que te puede sonar tópico. Incluso cómico. Pero mira. Mira como yo lo hago. Estás sentada junto a mi y vemos cosas diferentes... Eso puede decir muchas cosas, pero te ayudaré a ver lo que yo veo. Enciéndete un cigarrillo. Saborea una calada... Mira el humo... ¿qué ves?... Exacto, pero...¿qué hay detrás?...Vas bien, aunque... ¿dónde están las estrellas?... Bueno y la última pregunta. ¿Qué es el universo?... No sabes. La verdad... yo tampoco sabría dar una respuesta correcta, pues no soy científico, más no obstante si soy consciente de su magnitud. El Universo.

Tenémos la oportunidad de contemplarlo, aquí, juntos. ¿Qué más puedes pedir? Estás contemplando algo maravilloso, increíble. Somos, o creemos ser, los únicos seres de este planeta, de esta galáxia... del universo, que estamos contemplando esto y somos conscientes de ello. ¿Lo ves ahora?... Claro que sí... Disfrútalo, aunque es triste pensar lo anterior, poruq las casualidades dadas en la tierra para que surgiera vida fueron muchas, pero te aseguro que hay más planetas en el universo... Disfruta, estás viendo el universo y en este momento es todo tuyo. Deslízate. Siente como pasa el tiempo, la gravedad que te atrae hacia el suelo de esta azotea. Observa las estrellas. Imagina como son. Mira como eran. Detente por un segundo en pensar que eso es lo más parecido al cielo de los cristianos y lo estás contemplando junto a mí... Cierra los ojos. Recuerda las estrellas.

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Eso es. Ahora todo el universo es nuestro. Está en nuestras cabezas, estamos juntos. Ambos participamos en ese universo, somos conscientes de la misma realidad y la hemos observado juntos, hemos visto la inmensidad y nos hemos sentido superiores.


Ahora..... Abre los ojos. Vuelve a contemplarlo y siéntete insignificante, porque todo eso que has imaginado jamás lo vas a contemplar. Es un sueño que se le escapa al mundo de los sueños. Con imágenes que solo pernecen a ese mundo... Pero tranquilízate. Mira a tu alrededor. Aún sigues formando parte de ese uiverso... estás aquí. Mírame, te estaré mirando. Puede que lo hayas entendido, pero mírame y entonces lo comprenderás... ¿Qué ves?... Soy Yo. Yo soy, tambien formo parte de este universo, lo he mirado junto a tí, ¿lo recuerdas?... Enciéndeme un cigarrillo, otro para tí sí quieres... Relájate, hemos visto la inmensidad, observamos el universo juntos. Vimos el cosmos y caímos como el carro de Platón. Nos perdimos en este mundo en el que sólo nos puede quedar mirarnos... Tranquilízate... Tienes el universo delante tuya y está a tu disposición, ¿lo ves ahora?

martes, 12 de diciembre de 2006

Ya es hora de empezar.

Ha amanecido a la hora que lo suele hacer todos los días. Pero este día ha tenido algo distinto, algo que ha hecho que yo ya no sea el mismo. Hoy me he despertado y he asumido todo lo que me rodea, he sido consciente de ello. La tranquilidad de la que hablaba el otro día hoy se ha visto asegurada. La mañana ha transcurrido lentamente, con suavidad. Se ha deslizado. Yo, mientras tanto, me encontraba en sus entrañas, seguro, respirando el sol de un invierno cada vez más próximos. El frío unido al calor solar hace que mi alma se sienta tranquila, que se deje querer. He puesto mi rostro al sol, lo he recibido. Era consciente de que ese momento desaparecería, de que todo era efímero, pero era eso lo que me atraía, la tranqulidad de la inestabilidad, del caos, de lo efímero, de lo que es para dejar de ser. Esta mañana he decidido que volveré a escribir y que ya es hora de empezar.

"Hola, soy Jano." Es uno de los comienzos más sencillos, más simples y por lo tanto más completos, encierra todo lo que tienes que saber de mí.

Deslízate, vamos a comenzar...

domingo, 10 de diciembre de 2006

Esto va camino del final.

Me gusta esta sensación... Estoy aquí sentado, frente a la pantalla, observando como los segundos pasan, deslizándose por la realidad. El tiempo ya no me preocupa, incluso me tranquiliza. Me siento y observo el lento trascurrir de las personas. Observo como se preocupan por ser, cuando ya son. Ese es uno de los mayores problemas que hemos tenido y tendremos siempre... Ser. Pero yo he aprendido a... escribir? Puede ser una respuesta, pero de esto no estoy muy seguro. Escribo por algunos motivos que luego, cuando me preparo para la escritura, son totalmente olvidados. Las cosas que hemos pensado cambian cuando nos enfrentamos directamente a ellas, cuando están a punto de empezar... "Nunca se yo cómo empezar, pero esto va camino del final"

Quizás esto sea un buen principio para un "bonito desorden"

Me sigo deslizando.

jueves, 7 de diciembre de 2006

El espectador.

Esto sigue adelante. Sin mí. Pero sigue adelante. El otoño está resultando más lluvioso de lo que podría haber llegado a creer nunca. Todo lo que me rodea me hace sentir una nostálgia increible. Los recuerdos se apoderan de mi por los pasillos de casa, por las calles, por las azoteas. Deseo perderme en los rincones más oscuros para sentir su calor plenamente. Sentir como me invade y me llena. Haciéndome creer que estoy bien, que soy feliz. Pasear por las calles y ver las luces. Eso es lo que me proboca esta sensación. Ya no pienso en determinación, en plenitud. Ahora lo añoro. He optado por esa opción. Puede que no sea la más correcta, puede que si la más cobarde, pero es la que más tranquilidad trae.

Pasear es un poco más emocinante que antes. Ya los días están empezando a resultar incognitas que traen a la imaginación nuevas escenas que hacen que divague por otros lugares distintos a los que estoy acostumbrado. Pienso que de esa manera conseguiré soportar seguir aquí, en este lugar que cada día tiene menos sentido para mí, pero que me tiene atrapado por un periodo de tiempo determinado.

Hoy he vuelto para decir que ya me he acostumbrado a la vida, que voy a seguir... aunque alguien tenga que largarse. Pienso continuar, pues esto es lo que más me gusta. Pero...¿de qué estoy hablando? Divago sin sentido eso signifaca que cualquier cosa puede pasar, y lo mejor es que ya no soy el típico espectador que se perturba por conocer el final, por descubrir el jugo de la obra. Soy aquel que la mira inconscientemente, que la saborea por lo que es, por lo que está siendo en ese momento delante de mis ojos, y dejará de serlo en el segundo siguiente de que finalice.

Aún me quedan fuerzas... Me sigo deslizando.

domingo, 26 de noviembre de 2006

Es como todo lo demás.

A pesar de haber pasado totalmente desapercivido, de no ser nada más que un leve recuerdo en el pensamiento de alguien durante su despertar, puedo decir que ya he llegado. Ya me encuentro en ese momento de tu vida en el que tienes esa extraña sensación de que todo depende de tí. Es curioso, lo normal es que siempre tuviésemos esa sensación, porque como ya dije somos todos seres incompletos. Pero hay que darse una cuenta de una cosa, incompleto no quiere decir lo mismo que indeterminado. La determinación es algo que nos acompaña toda la vida, se adihere a nuestra piel y no nos deja hasta que nos enfrentamos a la muerte, en ese momento confiamos en Dios, así que era preciso, necesario, mantener la sensación de indeterminación, de inestabilidad, para ser yo mismo... pero como bien se dice en aquel chiste "la vida es desoladora e inexplicable... pero bueno.... es como todo lo demás. Deslízate... Es domingo.

sábado, 25 de noviembre de 2006

Cosas que hacer.


Debo encontrar algo que me haga entrar en acción. Ya no es suficiente el sueño de partida, de abandono del lugar materno. Quizás esto sea fruto de la pérdida de la estabilidad. Para muchos, y comienzo a pensar que me encuentro entre esos muchos, es necesario sentirse estables, controlados, estáticos con respecto a los cambios, o aún mejor, que estos cambios sean inexistentes. Pero no obstante también los momentos de estabilidad perturban ese bien estar, ese querer hacer cosas, pues somos conscientes de que mientras hacemos esto nos estamos perdiendo otras. Esa capacidad de ver las cosas con perspectiva, de ver todas las opciones que aparecen a nuestro alrededor, hace que no seamos capaces de tomar las decisiones acertadamente, o por lo menos, con respecto a los intereses que tenemos en ese momento.
Somos seres incompletos,la realidad se muestra incompleta ante nosotros, nos hace dudar. No nos muestra las satifsfacciones que podemos sentir al llevarla acabo. No sabemos que es la felicidad, que es sentir tranquilidad. Siempre nos cabe la incognita de esperar una cosa mejor. "Eso es bueno" dirían muchos, ya que ven la capacidad de superación en este carácter, tan fundamental en la vida de algunos. Pero otros podrían decir tranquilamente, "Eso es lo peor que te puede pasar" Esta contestación es obia. Los extremos que siempren nos mortifican pues todos tienen sentido. Todos los extremos se tocan. Si divisamos una opción que se escapa de nuestro alcance, que no podemos saber que repercusión traerá sobre nuestras vidas nos undimos en la más tristes de las miserias. Pensamos que somos seres que no pueden acceder a todo, incompletos, pero que pueden tener conciencia de todo, completos en algún sentido. Por lo tanto esto lleva a la idea de la complicidad, unir detalles con otra persona para poder llevar una vida más sencilla, más acorde con la sensación de plenitud...
Esto es mentira, es absurdo, no somos tan sociables. La creencia de que en la sociabilidad está la solución, el remedio a los males de los seres es falsa. No existe...Tengo cosas que hacer, tengo que ponerme a vivir...

Por cierto, me llamo Jano.