Rey sombra

Rey sombra

sábado, 30 de junio de 2007

Clausura.

En la clausura todo parece aterrador. Siempre nos miramos fijamente al espejo para recordarnos todo aquello que estamos esperando, que es tan pesado esperar. Deseamos que pase el tiempo velozmente, y verdaderamente lo hace, pero para nosotros cada segundo es tan inagotable como un año en enero. Pasa toda la realidad ante nosotros y seguimos preocupados de que esta no está hecha para disfrutarla, sólo para sufrirla. Nos detenemos frente a frente de esta y la miramos como si eso no fuese con nosotros... pero no va con nadie más. Hoy me quedo a mí a mi pesar, he decidido frenar el desliz para poder mantenerlo en un futuro... o eso espero.

jueves, 21 de junio de 2007

Verano

Hoy, con la luna ensangrentada en cuarto menguante sobre occidente, ha comenzado el largo y pesado verano.

Deslízate.

domingo, 17 de junio de 2007

Sueño de sueños que soñaban

En una ocasión logré escuchar un sueño. Parecía el tópico sueño, la tópica historia, pero no obstante me sedujo hasta lo innombrable. En el sueño, unos ojos gris otoñal miraban fijamente, perdidos en el cerebro de alguien. Esa mirada se convertía en rayo de viento, aquel que corta tu pelo las mañanas de enero. De repente, toda la oscuridad desaparecía y dentro del sueño amanecía, amanecía una mañana de otoño, lluviosa, pero el suelo estaba seco. La postal, todo hay que decirlo era preciosa. Ante tanta belleza solo queríamos dormir, mirando através de los cristales la blancura que por ellos entraban. Todo parecía ser de color plata, tú en un lado de la cama, yo separado de tí, observando como observas. Deteniendome en el transcurso de tu mirada, perdida en la nada. Todo me hacía sentirme lejos de tí... todo menos tú que nunca desaparecías. En el sueño, todo parecía apuntar que fuese un sueño, la luz no era real, tú tampoco, y yo lo sentía. No obstante decidí seguir así, dormido en mi sueño. Disfrutando de toda la claridad de la luz, de las nubes plata recorriendo el cielo como manadas de elefantes, lentos, pesados, plomizos, que se dirigen al sur. Veo tu cara dormir, llena de vida, pero ausente, distante... yo sigo disfrutando de tu rostro, almacenando en mi retina cada poro de tu piel, para así poder volver a verte, para así no despertar y seguir soñando en el sueño.
Pero como en todo llega el día... habrá que deslizarse.

viernes, 15 de junio de 2007

mañana

Hoy a amanecido lloviendo. La humedad ha entrado en mi cuerpo haciendo que se sienta mejor. Cada vez que el tiempo acompaña mi alma se humedifica y deja que todo pueda suceder.... quizás sea hoy.

lunes, 11 de junio de 2007

Ganas.

Ojalá...

domingo, 10 de junio de 2007

Tras la resaca.

El cuerpo resentido tras el largo fin de semana. Ha sido útil... quizás. He reencontrado cosas que ya creía perdidas. Viejas compañeras. Se han reafirmado nuevas amistades, dispuestas a traer nuevas sensaciones. He vuelto a mirar las cosas con tranquilidad y hacerlas con prisa, cosa que no es muy buena, pero sí gratificante.

He aprendido por fin a deslizarme.

miércoles, 6 de junio de 2007

Letargo

Pasan las horas y el sueño se hace presa de mí... me siento levitar en una cálida nube, que me deja donde quiero estar y me hace ver las cosas que quiero ver. Luego vuelvo a despertar.

Deslízate.

sábado, 2 de junio de 2007

Una zotea.

Es curioso como todo el mundo intenta demostrar lo felices que son. Esto se me presenta como algo normal, puesto al decirlo somos nosotros mismos los primeros que estamos siendos convencidos. Bajo la pesadez de la tarde de lo que será un pesado verano, aunque aún estemos en primavera, he observado todo lo que me espera en mi tiempo, mi vida. Es algo fuera de sentido puesto ciño esa vida a dos meses de esta. Las noches en la azotea me tranquilizan. Son apacibles las conversaciones mantenidas allí, aunque no haya nadie. Es bonito ver como nada, todo, tiene valor allí. Es mi forma de mostrarme feliz a los demás, mostrando el sitio donde soy feliz. Sitios hay millones, pero el nuestro está en algún lugar. Yo en mi pequeño espacio me muevo fuera del ambiente que me rodea, mi "sitio" está delimitado, pero es enorme y escapa a mis fantasias. Desde el puedo ver el mundo entero, y no mirar a nadie al mismo tiempo. Perfilo teorías que solucionan el mundo y después me pierdo con mil tonterías, haciéndolas desaparecer.

No obstante me sigue sorprendiendo la necesidad que tenemos todos de ser admirados por lo "bien" que nos van las cosas. Necesitamos compartir toda esa felicidad, pues esta es algo que al igual que la energía se trasmite y nunca muere. La felicidad se puede trasportar de un sitio a otro gracias a las personas. Y estas la muestran orgullosos pero no saben que al mostrarla esta se está contagiando, de alguna manera, en las personas que la admiran atónitos, indiferentes o de reojo.

En fin, a ser felices.