Rey sombra

Rey sombra

martes, 25 de marzo de 2008

sombra

Son innumerables las veces que intentamos acercarnos al mundo de otra persona. Pero quizás esas otras personas no estén preparadas para ver simplemente la humedad. Quizás nunca hayan sentido tanto calor como para ansiarla tan desesperadamente. Es posible que ellos necesiten algo más evidente para apreciar el calor de una fría noche de invierno, porque a pesar de todo, nunca se han sentido verdaderamente solos. Todo esto sólo es un mundo creado, si aburre, pueden marcharse a otros. Pero claro, eso ya lo han hecho, simplemente están aquí para que esos mundo que les son agradables no les parezcan tan pesados, monótonos y cotidianos. Prefieren permanecer en la sombra durante un tiempo para que parezca que han estado en otro lugar, cuando siempre han estado allí, aguardando el descanso para volver a su lugar original. Pero deben de saber que si quieren volver a la sombra, esta habrá mutado, porque, es posible, que hayan comenzado a reflejar otra cosa totalmente distinta... aunque sólo se trate de su verdadera sombra.

domingo, 23 de marzo de 2008

Solo

Sin humo. Sin tranquilidad. Sin nerviosismo. Sin noche. Sin día. Sin agua. Sin sol. Sin brisa. Sin viento. Sin sueños. Sin pesadillas. Sin odio. Sin alegría. Sin esperanza. Sin necesidades. Sin abusos. Sin compañía... Sin tí

sábado, 22 de marzo de 2008

frío

La luna llena abre la primavera en un viernes cargado de madrugadas, imágenes y olores. No obstante el invierno se resiste a marcharse sin mostrar algo de guerra. ¿Será su frío lo que siento? será...

viernes, 21 de marzo de 2008

Gitano

Pasión desmensurada por San Pedro mientras el dios de los gitanos camina, muy lentamente, sin que se note, al son de saeta. Alba crecida, pájaros vivos abriéndole camino mientras una mujer llora y con su llanto limpia el cansancio de su rostro. La fatiga se desvanece al ver como niños luchan contra el sueño mientras su padre maravillado le señala la dirección por la que "su manué" se marchará y nos dejará a todos con el corazón sangrante y contando cada segundo que pasa para que volvamos a encontrarnos por las calles de sevilla.

martes, 18 de marzo de 2008

poemas

ALGUIEN


Un hombre trabajado por el tiempo,
un hombre que ni siquiera espera la muerte
(las pruebas de la muerte son estadísticas
y nadie hay que no corra el albur
de ser el primer inmortal),
un hombre que ha aprendido a agradecer
las modestas limosnas de los días:
el sueño, la rutina, el sabor del agua,
una no sospechada etimología,
un verso latino o sajón,
la memoria de una mujer que lo ha abandonado
hace ya tantos años
que hoy puede recordarla sin amargura,
un hombre que no ignora que el presente
ya es el porvenir y el olvido,
un hombre que ha sido desleal
y con el que fueron desleales,
puede sentir de pronto, al cruzar la calle,
una misteriosa felicidad
que no viene del lado de la esperanza
sino de una antigua inocencia,
de su propia raíz o de un dios disperso.

Sabe que no debe mirarla de cerca,
porque hay razones más terribles que tigres
que le demostrarán su obligación
de ser un desdichado,
pero humildemente recibe
esa felicidad, esa ráfaga.

Quizá en la muerte para siempre seremos,
cuando el polvo sea polvo,
esa indescifrable raíz,
de la cual para siempre crecerá,
ecuánime o atroz,
nuestro solitario cielo o infierno.




LAS CAUSAS

Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
de Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del calidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran.


Unos quinientos años antes de la Era Cristiana escribió: Chuang-Tzu soñó que era una mariposa y no sabía al despertar si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba que era un hombre.

Jorge Luis Borges.

No dream, No dreamer

No he soñado con nada... quizás por eso no quise salir de la cama.

lunes, 17 de marzo de 2008

Lunes santo




Hoy la primavera se notaba más... aunque aún no haya llegado. La mañana parecía más tranquila que de costumbre. Nadie paseaba por el descampado, nadie hablaba en la cafetería, nadie pensaba en nadie, y todo el mundo desaparecía. Las horas pasaban rápidas, empujadas por un viento algo alborotador. Con la llegada de una pequeñas nubes la tarde apareció ante mí, y por fin alguien. De repente, sin esperarlo, tenía una voz en mi cabeza, rebotando en mi cráneo como una pequeña mosca frente a una ventana cerrada. Eran tantas las ganas de retenerla en mi cabeza que he procurado llevar toda la tarde los cascos puestos, no dejarle salida posible. Mientras recordaba recordé que al anochecer hay que dejar salir todo lo que llevas en la cabeza, dejarlo... De este modo continué caminando, aunque no lo hubiese hecho en todo el día. De esta manera llegué hasta aquí, sentado frente a esta pantalla. Es el momento de mirar las estrellas, que como fieles compañeras, dan buena conversación a la luna. En unos minutos quizás alguien llamado Juan aparecerá en mi vida, traerá flores con pasión, aunque seguramente no sean para mí, pero las querrá compartir conmigo. Su voz con forma de ondas hertzianas traerán cálidas melodías de pop que harán que las estrellas enmudezcan. Será entonces cuando, sin esperarlo, volverás a aparecer en mi cabeza. Tu sonrisa por un momento será la única imagen que seré capaz de ver. Sólo la luna, celosa, hará que me olvide de ella durante unos segundos. Tras los cuales comenzaré a recordar el fuego de tu pelo, tu mirada penetrante, que descubre lo que pasa por mi cabeza a cada segundo, y se alegra al ver que es su reflejo lo único que deambula por ella. Yo, mientras, me envolveré en un cálido humo, que traerá tranquilidad y hará que los sueños parezcan más cercanos. Entonces, y sólo entonces, pensaré que puedo ir a dormir. Espero que esta noche vuelva a soñar con la luz.

domingo, 9 de marzo de 2008

tardes ociosas

Con la lentitud típica de un domingo me dispongo a pasar de largo. Este día siempre es algo odioso, al igual que maravilloso... eso depende del clima. No queremos perder el día, pero está hecho para perderse. Resacas pueblan miles de ellos, las habitan con tardes absorbidas por un sofá y programas deportivos y musicales. Alguna nota de cordura en clave de humor neoyorkino invade los recuerdos. Una conversación ausente, una caricia despreocupada. Algunos rayos de sol entrando por la ventana, sonidos de niños y madres que pasean alegremente a pesar del viento que mueve la ropa tendida no hace mucho. Alguna responsabilidad, muchas despreocupaciones... y dentro de poco caerá la noche.