Rey sombra

Rey sombra

domingo, 4 de marzo de 2007

Lilith

Aún corre por mis venas un placentero deseo rojo, mis músculos se rinden ante los recuerdos de este. Aún siento su olor dentro de mis fosas, el sabor de su néctar en mis papilas. Ando bajo el sol, y una estúpida sonrisa se perfila en mi rostro.

Todavía veo la oscuridad de la noche, reflejada en sus ojos, verdes, azules, grises, que muestran las estrellas, que se pierden en la oscuridad de la pupila. Todavía tengo deseos de sangre, de vida, de deseo.

Sigo caminando, singo sonriendo, qué estúpido. Sigo sintiendo deseo, sigo mirando despacio... mirando los recuerdos, despacio... rentenlos, sólo un segundo más y serán tuyos. Sigo empeñado en lo inestable, que hace que me vuelva loco. Aún veo su cara...

¿Eres Lilith?... Sí. Te reconozco, reconozco esta sensación... Eres Lilith, ¿cómo te he encontrado?... Claro. No te he encontrado. Tú no perteneces a nadie... sólo dura unos segundos, unas horas, unos días, pero nunca se te olvida, aunque hay algunos que llegaron a hacerlo... y posiblemente yo lo haga. Pero ahora te he encontrado y pienso mirar despacio para poder recordarlo. Tocarte desde los pies hasta el último cabello, así... así te tendré o por lo menos no te podré perder, olvidar.... Ya eres mía Lilith.

Aún corre por mis venas un placentero deseo rojo, aún sigo caminando y manteniendo esa estúpida sonrisa, aún sigo recordando, aún sigo deslizándome.

No hay comentarios: