Rey sombra

Rey sombra

jueves, 1 de febrero de 2007

Encontrar y pasar del Yo al Nosotros.

Ya basta. Acabó enero, he dejado de nacer y de morir. Ya lo he hecho demasiadas veces. En estos días he sido absurdo, cuerdo, pueril, adulto, enfermo, sano. Me he dejado olvidar para al fin recordar por qué todo sí tiene sentido. He recordado lo que me empuja hacia adelante. Y no es nada más que Yo.
Pero algo ha cambiado. No puedo negar que hoy por hoy es el individuo lo que prima en la sociedad. Ya se han olvidados valores de antaño. Mi añada no recuerda las atrocidades, nos hemos educado en un mundo que nos ha hecho creer que "yo" soy lo que más importa, y unos y otros ya no se diferencian. En nosotros nacen los primeros "yo" que estarán libres de esa culpa. En nuestra contra tenemos una clara objeción. El verdadero "yo" es aquel que tiene la capacidad de "ser" plenamente. Yo soy, por lo tanto tengo la capacidad de llegar a ser. De este modo el pleno "Yo" conduce a un "Nosotros", el cual depende directamente del ser indivudual, es decir, del "Yo". No existe una complicidad entre los seres, una grata convivencia para poderser desarrollar plenamente en compañía uno del otro. Es necesario potenciar nuestro "yo" correctamente para llegar a un verdadero "Nosotros" en el que todos vivamos en una felicidad completa.

¿Es utópico pensar esto? Pues claro que sí. Es lo más utópico que puede imaginar un ser con dos dedos de frente, que sabe que es tan imposible como bello. Pero sólo por existir la idea ya es importante. Creo que debo ascender en mí. Ya he dejado de morir. Ya he dejado de nacer. Vuelvo a deslizarme por la realidad, lentamente, con pasos aplomados. Voy observando todos los detalles, atravesando las miradas de los transeuntes. Disfruto de todo lo que hago porque es lo que hay... y es lo que Yo quiero.

Sigo deslizándome.





Para Gordo/Endezo y M.C.

1 comentario:

Hugo dijo...

No puedo más que compartir contigo lo que guardo para mí:

III

Hay algunos poemas que los guardo para mi.
Sobre una loma,
Observando la tranquilidad de la tarde,
Cuando el sol me acaricia la espalda
Me siento amante y amado.
Imagino a una mujer
Que calienta mi sexo
Tanto como el rey astro que me sigue arropando.
Me excito.
Recuerdo su sexo.
Todos sus sexos.
Los que mostró,
Me mostró y quedaron olvidados.
Despacio, despacio.
Ascendiendo por mi cuerpo
Vuelven hasta mí.
Ya no es solo deseo.
¿Qué podría ser?
Una mano junto a la cuna,
Un beso al anochecer,
Una sonrisa al despertar.

El lobo que elige su camino.
Allá lejos,
Sobre la profundidad del bosque
Siente el alma que encontró.
Nunca la abandonará.
Si hubo amor,
Si hubo sexo,
Si hubo hombre,
Todo desapareció.
Ahora,
No hay cuentas por las que pagar.
Ahora,
Sólo se actúa por amor.
El lobo, más allá de los bosques,
Encontró un pequeño riachuelo.
Guarda una cabaña de madera.
Despacio, despacio…
El lobo se siente feliz.
Hay poemas que guardo para mi,
Para quien se siente amante y amada.